El impacto del Nearshoring sobre el empleo en México

El nearshoring es una estrategia recientemente adoptada por las empresas manufactureras que buscan reducir costos y mitigar riesgos logísticos. Consiste en el traslado de la producción desde países lejanos (principalmente China) a países como México que ofrecen menores costos de producción y mayor cercanía con el consumidor final. 

Como estrategia de negocios, el nearshoring ganó impulso debido a los riesgos derivados de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, así como a las interrupciones en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia y por la tensión geopolítica de la guerra en Ucrania.

México es un país privilegiado para recibir nuevas inversiones por nearshoring debido a su proximidad con los Estados Unidos, a sus múltiples acuerdos comerciales (especialmente al T-MEC) y a su mano de obra joven y altamente calificada. Además, el rápido incremento salarial que ha experimentado el sector manufacturero Chino durante los últimos años ha provocado que, comparativamente, la mano de obra manufacturera en México sea más competitiva. Datos de la consultora Statista muestran que en 2020, los costos salariales de manufacturas en China ya eran 34% superiores a los costos comparables en México.

Quizá el caso más emblemático de nearshoring en México sea el reciente anuncio de que la nueva giga fábrica de Tesla Motors se localizará en Monterrey. Sin embargo, éste anuncio es solo la punta del iceberg. Apenas en noviembre de 2022,  la titular de la Secretaría de Economía afirmó que alrededor de 400 empresas norteamericanas tenían intención de relocalizarse en México durante 2023 y 2024. La mayoría de estas empresas se clasifican dentro de la industria manufacturera.

Por este motivo, la mayoría de los pronósticos anticipan que la industria manufacturera capturará la mayor inversión por nearshoring y que generará el mayor número de empleos. En 2022, la manufactura captó 12,711 millones de dólares en inversión extranjera directa (36% del total) y empleó a más de nueve millones de trabajadores (42% de los empleos formales registrados en el IMSS). Sin embargo, un estudio reciente de la consultora Deloitte estima que en los próximos 5 años, debido a las nuevas inversiones derivadas del nearshoring en México, se podrían crear hasta 1.17 millones de empleos adicionales, solo en la industria manufacturera.

Aunque el nearshoring representa una gran oportunidad para generar empleos mejor remunerados para los trabajadores mexicanos, también impondrá grandes retos a la industria, a la academia y a todos los órdenes de gobierno.  

Para las industrias, los retos consistirán en elevar los estándares de calidad e innovación en sus procesos productivos. Esto implica una mayor inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías, así como la constante capacitación de sus empleados para su uso efectivo. Otro reto consistirá en ofrecer mejores salarios y prestaciones, acordes a un mercado laboral previsiblemente más amplio, diverso y competitivo.  

Para las universidades, el reto será preparar una fuerza laboral altamente especializada y estrechamente vinculada con las industrias emergentes. Aunque cada año se gradúan en México más de 110,000 técnicos e ingenieros, esta cifra resultará insuficiente para cubrir la demanda esperada de especialistas en el corto plazo. Lo anterior considerando que, además de las industrias manufactureras tradicionales, las nuevas inversiones por nearshoring se aglomeran en los clústeres tecnológicamente intensivos, como el automotriz, el aeroespacial, el farmacéutico, así como los semiconductores y electrónicos. 

En cuanto a los gobiernos, el reto principal consistirá en la implementación de políticas públicas que permitan mejorar la seguridad y con ello propiciar un entorno favorable que retenga al talento local y atraiga al talento foráneo. Así mismo, es muy importante el diseño de estrategias que permitan equilibrar la inversión por nearshoring a través de los Estados y regiones, a fin de evitar que el nearshoring tenga efectos adversos en los mercados laborales locales. Para ello, es crucial que los gobiernos atiendan las disparidades educativas y de productividad que prevalecen entre regiones. Es decir, es importante que se mitigue la posibilidad de que la brecha salarial entre regiones fomente la migración y se generen mayores equilibrios regionales.
 

El autor es economista y Doctor en Ciencias Administrativas por EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey. Actualmente se desempeña como investigador posdoctoral  y profesor de cátedra en el Tec de Monterrey.

Artículo publicado originalmente en Pulso.

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