Lunes 6: ¿Qué saben los suecos?
El plan (?) presidencial para reactivar la economía resultó ser sólo una repetición de la imaginaria conveniencia de la política económica en curso. En consecuencia, fue duramente criticado, con toda razón. Y, al aumentar por ello la percepción del riesgo, el peso se depreció (más). En mi opinión, el problema no está bien planteado: el virus inició un golpe negativo a la producción, que se intensificó después por los cierres decretados por los gobiernos. Luego, derivó en un debilitamiento relativo del consumo y de la inversión. Por tanto, el énfasis debe ponerse en facilitar el reinicio de toda la actividad productiva, en el menor tiempo posible, cuidando la salud de los trabajadores.
En Suecia no se han cerrado escuelas, ni parques, ni empresas. El epidemiólogo gubernamental en jefe, Anders Tegnell, sostiene que el enfoque se basa en la confianza en que los adultos actúan responsablemente, en libertad. Los suecos están de acuerdo con el experimento, hasta ahora. (Yo también).
Martes 7: ¿Desinflación?
La inflación general bajó en forma significativa entre febrero y marzo. La razón principal de ello fue la reducción de los precios de los energéticos (-3.1%). En contraste, los precios de los productos agropecuarios se dispararon (10%). La llamada inflación subyacente, (que excluye los dos rubros mencionados), descendió también, pero muy poco; de hecho, tiene más de un año de sostenerse arriba de 3.5 por ciento. Esta persistencia seguramente sirve de base a la preocupación de Banxico al respecto.
Como quiera, lo más probable es que la tasa de interés objetivo bajará de nuevo.
Miércoles 8: Inversión: You ain't seen nothing yet
No se necesita ser estadístico para llegar a la conclusión de que la inversión está en un tobogán. Basta ver la gráfica que sigue. Por causas de sobra conocidas, no es pesimista conjeturar que el futuro próximo será peor. Conforme se generalice el parón de la producción y se agraven los problemas de liquidez, es lógico suponer que la inversión se deteriorará. Por cierto, la caída de la producción industrial en febrero, importante como fue, palidecerá frente a lo que viene.
Jueves 9: Puerta
Quizá no hubo nunca, de veras, puerta alguna. En todo caso, ya se cerró. Hubo, eso sí, la versión mexicana de "El Muro de los Lamentos". Como quedó clara su inutilidad, la IP trabaja ahora en un arduo enfoque sin dependencia. Enhorabuena.
Por cierto, las medidas tomadas en prácticamente todos los países (salvo ¡Suecia!) no tienen nada de "neoliberales". Al contrario, son típicamente keynesianas en lo económico, y nítidamente autoritarias en lo político. Inflar el déficit del Gobierno, restringir coactivamente el movimiento de las personas, y parar por decreto la actividad económica privada, son la antítesis de un catecismo liberal (viejo y nuevo).
Viernes 10: El desempleo y el tamaño de las empresas
Según la STPS, la reducción reciente en el número de trabajadores inscritos en el IMSS -cerca de 350,000- ha ocurrido mayormente en las empresas "grandes", esto es, con 50 empleados o más. La STPS concluyó que, con ello, las pequeñas y medianas han mostrado su solidaridad social. La conclusión es políticamente correcta, pero tiene varias fallas analíticas.
La más obvia, y la más importante, consiste en que es razonable suponer que el grueso de las empresas chicas se sitúa en la informalidad, lo que implica que sus empleados no están inscritos en el IMSS. Por tanto, las cifras usadas por la STPS seguramente subestiman, sin duda y por mucho, el desempleo que ha sucedido en ese inmenso segmento de la fuerza laboral (55% del total).