Consecuencias a corto plazo

Artículo publicado originalmente en la sección Riesgo y Valor del periódico Reforma

Es natural para el ser humano tomar decisiones basadas en las consecuencias. Toda decisión que tomamos tiene efectos inmediatos, pero, además, efectos en el mediano y largo plazos, a veces imposibles de anticipar. En la escuela primaria, los más rebeldes gozan por un tiempo de una buena reputación entre los mismos chicos y la popularidad que las barrabasadas les confieren, pero décadas después, esos mismos compañeros dudan para invitarlos a iniciativas que requieren una trayectoria de sabiduría y prudencia. Un profesor de UCLA escribió que la sabiduría consiste en la anticipación de las consecuencias y Kissinger decía que los líderes son responsables no por la popularidad en las encuestas, sino por las consecuencias de sus actos. Trump está liderando un movimiento de populismo de derecha nivel global (ayer se sumó Alemania) que responde en péndulo a las tendencias de la izquierda liberal de años recientes.

Esta gestión contiene algunas cosas rescatables como desalentar extremos ideológicos y recortar el gasto inútil; sin embargo, parece leerse en sus políticas un urdido ulterior, uno que no obedece las aspiraciones que persigue un líder para todo un pueblo, sino a las de una sola clase, la suya. A continuación, un repaso de sus iniciativas más debatidas y sus posibles consecuencias.

Los aranceles generarán inflación en unos cuantos meses. Usando el ejemplo de tenis deportivos (el 95% viene de Asia y, en especial, China), éste se produce en 10 dólares, según el New York Times, más el margen de utilidad de 4 dólares, más dólares de envío, más 3 dólares de logística y manejo en el puerto, sufre los aranceles desde 20 dólares en este punto. El arancel original de 20% añade otros 4 dólares y el arancel adicional de Trump sobre China, de 10%, añade otros 2 dólares más, llegando a un precio final a las tiendas americanas en 26 dólares aunque el costo lo pagan inicialmente en puerto (y esto es ingreso para Estados Unidos) al final lo pagará el consumidor, no el país productor, pues la tienda ajustará los precios según el aumento sufrido en el costo. Esto le costará a las familias, ya agregando el efecto completo sobre la canasta media de consumo, 2,600 dólares extra al año.

Como los aranceles golpean mucho más a los deciles bajos de ingreso y no a los ricos, este es un impuesto pagado por las masas a favor de las élites y, más aún, porque Trump pretende financiar con él un recorte adicional de impuestos que beneficiará desproporcionadamente los ricos (un Think Tank calcula que el recorte le ahorrará 70,000 dólares a cada familia en el Top 1%, mientras que a la familia media sólo le ahorrará 1,000 dólares, el 1% de su ingreso). Esto se debe leer como un impuesto regresivo que transfiere de los pobres (quienes compran más las cosas del día día, que sufren los aranceles) a los ricos que no gastan tanto en ellas y que recibirán el recorte de impuestos mayor. Las bolsas ya han castigado este asunto. En cuanto a la inmigración, las consecuencias serán también severas sobre el PIB, la productividad y el costo de los sueldos para las empresas americanas y las foráneas En los últimos años, la población americana ha crecido cerca de 1.6 millones de personas cada año, pero de ésos, casi 1 millón proviene de la inmigración. De lo que crece la oferta laboral, la mitad se alimenta de inmigrantes. Hay 50 millones de inmigrantes en Estados Unidos (40 millones en edad de trabajar), 11 millones de ellos sin permiso (4 millones son mexicanos). Del crecimiento del PIB, casi 90% se debe al crecimiento de la población. El fondo Apollo calcula que deportar 1.3 millones de personas golpearía al PIB en 1.2% por 15 años. Trump no está tomando en cuenta estos efectos.

Una frase impactante de Thomas Huxley reza: "Las consecuencias son los cuervos de los tontos, el faro de los sabios", y quizás el más crudo de todos los proverbios en el tema es el de Robert L Stevenson, autor de "Dr. Jeand Mr. Hyde" quien pasó mucho tiempo estudiando el tema y escribió: "Sooner or later everyone sits down to a banquet of consequences". Todos nos sentaremos pronto en esa mesa con los efectos de las políticas de la derecha populista, pero Trump y sus electores estarán en la cabecera frente aun tazón de sopa muy amarga.

El autor es profesor de Economía Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

Ir a opinión
EGADE Ideas
in your inbox