Las personas emprendedoras juegan un rol importante para enfrentar los retos globales de la humanidad. El emprendimiento puede contribuir a la solución de diversos desafíos sociales en ámbitos como la agricultura, la salud, la vivienda, la sostenibilidad, la educación pública o la generación de ingresos. El ecosistema emprendedor –y en particular el papel de los emprendedores sociales– es clave para crear valor social sostenible. Con este fin, los emprendedores deberían fortalecer sus capacidades y competencias organizacionales, al tiempo que integran estrategias de marketing adaptativas, para lograr crecimiento y éxito empresarial.
Mi nuevo libro, Rebuilding Entrepreneurship at the Grassroots (Palgrave MacMillan, 2024), explora la intersección entre el emprendimiento y los desafíos sociales, las estrategias de marketing y las dinámicas de comportamiento, brindando conceptos tanto para el estudio académico como para su aplicación práctica en el mundo empresarial. Este libro analiza las principales perspectivas de emprendimiento para enfrentar los retos sociales y redefinir el futuro a través de nuevas iniciativas empresariales que emplean la innovación y la tecnología.
En los últimos tiempos, el emprendimiento ha evolucionado para incorporar prácticas contemporáneas. El emprendedor tradicional, a menudo arraigado en legados familiares, se caracteriza por la resistencia al cambio, la inversión limitada en innovación y una toma de decisiones centralizada, mientras que el emprendedor moderno prioriza la innovación, la adopción de tecnología y la capacidad de respuesta del mercado.
Las empresas familiares tienden a centrarse en nichos de mercado, exhiben un comportamiento reacio al riesgo y enfrentan desafíos en la planificación de la sucesión. Sin embargo, también demuestran resiliencia durante las crisis económicas y mantienen un control estratégico sobre sus operaciones. Por su lado, los emprendimientos modernos aprovechan la tecnología, el crowdfunding y las estrategias de mercado para mejorar su competitividad, así como promueven el aprendizaje continuo, la participación de los stakeholders y los objetivos de sostenibilidad.
La evolución desde el emprendimiento tradicional hacia prácticas contemporáneas pone de relieve imperativos estratégicos para remodelar el futuro de las micro y pequeñas empresas (mipymes). Esto implica apalancarse en la innovación, el marketing y las alianzas estratégicas para impulsar el crecimiento, mientras que las tecnologías disruptivas, la innovación frugal y la innovación inversa son clave para abordar los desafíos sociales y económicos.
En los mercados competitivos de hoy, las mipymes han de generar soluciones integradas e innovadoras de alto valor, adaptadas a las necesidades individuales de los clientes. Muchas de estas empresas, por ejemplo, ya integran capacidades de servicio como operaciones, consultoría y finanzas para mejorar el valor para el cliente.
La expansión del negocio es sin duda un factor de crecimiento, pero no es fácil para los emprendedores alinear las tendencias de crecimiento con sus deseos. Por ello, las mipymes deben explorar oportunidades de globalización y expansión a través de nuevas estrategias como la productividad de base cero, el aprovechamiento de tecnología y la adopción de estrategias global-locales.
En la era del marketing 4.0, la digitalización, el comercio electrónico y el internet de las cosas (IoT) pueden contribuir a mejorar las relaciones con el cliente. Hoy en día, las empresas enfrentan desafíos para posicionar nuevos productos, evitar el dilema del innovador [cuando se le dificulta a la empresa adoptar nuevas tecnologías] y sostener la competencia en el mercado a través de estrategias impulsadas por la innovación.
Integrar estrategias empresariales implica modelar negocios, estandarizar productos, implementar actividades de valor agregado y formar alianzas estratégicas. No hay que olvidar que las perspectivas de crecimiento futuro giran en torno a la adopción de tecnología, el liderazgo transformacional, la inclusión y la convergencia entre factores comerciales.
Al gestionar las perspectivas de crecimiento futuro, las mipymes deben considerar los factores PNS (Problema-Necesidad-Solución), la dinámica del mercado tecnológico, la competencia-creación de valor, los desafíos sociales-rentabilidad y la creatividad-inteligencia colectiva para optimizar el desempeño empresarial y lograr ventajas competitivas.
En resumen, los emprendedores deben considerar varios aspectos para gestionar el crecimiento de su emprendimiento. Destacan los siguientes:
Las motivaciones de los emprendedores sociales van desde los temas de responsabilidad social y voluntariado, hasta el liderazgo social y la participación activa en las redes sociales. Estos factores les ayudan a enfocarse en mejorar el bienestar social a través de sus emprendimientos
Identificar y explorar oportunidades es esencial para generar e implementar ideas innovadoras en los negocios sociales. En este sentido, la innovación, la tecnología y las habilidades deben responder a los problemas, las necesidades y las soluciones esperadas dentro del sistema social. Los modelos de negocio de las empresas sociales deben además incorporar aspectos de estrategia, liderazgo en sostenibilidad, misión, comunicación y aprendizaje, asistencia social y balance vida laboral-personal, y lealtad e identificación, entre otros. Gestionar proactivamente la sostenibilidad social también implica crear proyectos participativos con socios y stakeholders clave.
Los emprendedores sociales pueden utilizar el diseño circular para aprender sobre factores como la adquisición de conocimiento sobre recursos, tecnología de reciclaje y reutilización de productos desde la perspectiva de los consumidores. Las empresas que participan en aplicaciones de economía circular suelen invertir en inteligencia colectiva, creación de prototipos y circuitos de retroalimentación. El libro también explora los conceptos de emprendimiento inverso, emprendimiento colectivo y modelos de negocios alternativos.
Como hemos visto, la transición del emprendimiento tradicional al contemporáneo exige adaptarse a los cambios en la dinámica del mercado, las expectativas sociales y los avances tecnológicos. El emprendimiento impulsa la convergencia entre el mercado, la sociedad y los valores arraigados, fomentando el beneficio mutuo y la creación de valor.
Finalmente, el libro subraya la importancia del emprendimiento para impulsar el desarrollo económico y el progreso social en los países en desarrollo. Destaca la necesidad de que las empresas se adapten a los valores sociales cambiantes y se comprometan con los stakeholders de manera efectiva para lograr un éxito sostenible en el dinámico entorno empresarial actual.
El autor es profesor de Marketing, Gestión, Innovación y Emprendimiento en EGADE Business School.