Un gran paso para el reporteo climático

La propuesta de la SEC acorta la brecha global en las reglas de información financiera medioambiental

La Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos —conocida como SEC— como encargada de regular los temas relacionados con el mercado financiero norteamericano, presentó recientemente cambios a las reglas de reporteo sobre cambio climático. Ellos lo llamaron, “propuesta de reglas para mejorar y estandarizar las divulgaciones relacionadas con el clima para los inversores”. Un objetivo bastante ambicioso en un mundo global donde los mismos inversores ya esperan este tipo de respuesta de cada mercado en el que participan, y donde los Estados Unidos se estaban quedando atrás. Esta propuesta es un avance significativo e incluye, entre otras cosas: informes periódicos sobre riesgos climáticos que tengan o puedan tener impacto material en el negocio que reportan, resultados de operaciones o condición financiera, y ciertas métricas de estados financieros relacionadas con el clima, como son reportes de emisiones de gases de efecto invernadero.

El presidente de la SEC, Gary Gensler, indicó claramente su apoyo porque la propuesta "brindaría a los inversores información coherente, comparable y útil para tomar decisiones de inversión, y proporcionaría obligaciones de información coherentes y claras para los emisores".  No ha sido hasta 2020, con el inicio de la pandemia, que la agenda climática comenzó a tomarse con más seriedad en el entorno financiero tras alcanzar cifras récord en diversas de sus categorías por miles de millones de dólares.

Hoy se reconoce que los riesgos climáticos pueden representar riesgos financieros significativos para las empresas, pero seguimos tratando de entender como representarlos. Por ello, esta propuesta de regulación es un gran avance. Es claro que los inversionistas necesitan información confiable para la toma de decisiones de inversión informadas. Además, todas las partes se benefician de reglas claras reglas: la demanda de información consistente y comparable que puede afectar el desempeño financiero y la SEC juega un papel trascendental en esto.

También se mencionan temas de gobernanza, estrategia, modelo de negocio y la perspectiva de quienes reportan, muy en línea con las conocidas estrategias ASG (ESG, por sus siglas en inglés). Se busca establecer criterios ambientales, sociales y de gobernanza para medir y comparar a las empresas, sobre todo las que se encuentran listadas en los mercados financieros. Aunque es un buen paso en la dirección correcta, sigue dejando pendientes algunos temas relacionados con el impacto real de dichas emisoras, es decir, sobre lo que hace la empresa: los productos y servicios que ofrece y cómo esa oferta de valor tiene un efecto en la dimensión ambiental o social. Esto claramente es más difícil de medir, reportar y comparar.

El impacto no necesariamente se ajusta a los criterios de medición de los factores ESG, por lo que será un tema a tener en cuenta para futuras implementaciones. Otro asunto importantes es tener una taxonomía de temas o regulación para activos específicos, como los bonos verdes, que seguramente serán retomados en una siguiente etapa.

Sin embargo, lo que se toca de primera mano con esta propuesta es el riesgo ambiental y climático. Ahí si se logra ver un efecto medible, comparable y bastante tangible de cómo se contactan los temas ambientales y sociales con lo financiero. Para las entidades que ya realizan análisis de escenarios, o pruebas de estrés, esto no es siquiera una imposición, ya que representa un riesgo latente y bastante evidente para sus actividades. Incluso muchas de ellas ya cuentan con planes de transición y metas o ambiciones climáticas. Esta propuesta permite promover y organizar mejor su divulgación y así tener un piso parejo para todos. Sin duda, es una evolución de pasar de marcos normativos de reporte a esquemas regulatorios potencialmente más claros y completos.

Como es de esperarse, las reglas propuestas incluirían un período de incorporación gradual. Con una fecha de cumplimiento sujeta a condiciones particulares de la entidad que reporta. Esto ya es conocido para muchas entidades globales, ya que de alguna manera se asemeja a lo que ya se ha utilizado en otros mercados con mayor grado de avance, como la Unión Europea. Sin embargo, el caso estadounidense probablemente diferirá debido a las peculiaridades y complejidades de dicho mercado. Estamos ante un gran avance en la agenda ambiental para las finanzas a nivel global, lo que puede favorecer el avance de las finanzas sustentables en México. Lo que sí es evidente es que esta.

El autor es profesor de planta de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Mundo Ejecutivo.

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