Señales de Recesión (2a Parte)

Artículo publicado originalmente en la columna Valor y Riesgo del periódico Reforma

Hace tres meses se mencionó en esta columna la señal de recesión en EU, en la forma de una curva de rendimientos invertida. Más allá de eso, muchas otras fuerzas y otros tantos factores se han alineado para marcar altas las probabilidades de una recesión, en Estados Unidos y México claro, pero también en otras regiones del mundo.

Las variables que más preocupan para marcar alta la posibilidad de recesión son estas: Una caída pronunciada del índice PMI manufacturero, más una inflación insistente con factores tanto de oferta como de demanda, más un mercado laboral muy estrecho, más una recesión de consumo e inversión en China -por las nuevas rondas de encierro sanitario-, más la grave carestía energética en Europa debido a la guerra en Ucrania, más un fuerte choque de demanda por el freno de los estímulos del gobierno hacia las familias por la pandemia.

Diversos analistas muy destacados han comentado recientemente sobre el fenómeno, que sin duda llevaría a un periodo que puede ser corto o extendido (hay gran debate al respecto) de estancamiento de la actividad, que suele ser precedida por un ajuste en las bolsas de valores y en los precios de otros activos, como la edificación, tanto de casas como de industria y comercio. La mayor parte de las veces, revisando las últimas 12 recesiones, se traza este orden de eventos: Se marcan las señales (como la curva de yields o el PMI), se contraen los precios de activos, se contrae la economía y, al final, se contraen las utilidades, lo cual suele ser ya acompañado de una recuperación de las bolsas, muchas veces justo en medio de la recesión económica.

Uno de estos analistas, que ganó notoriedad al predecir la recesión de 2008, es N. Roubini, quien ha escrito recientemente que la economía americana caerá en una recesión más profunda que la de 2020, centrando sus preocupaciones en el nivel de duda de EU y el mundo desarrollado igualmente. Como la inflación será más permanente de lo pensado por la Fed, argumenta él, las tasas altas que pueden contenerla aumentarán el costo de la deuda, frenando con ello a gobiernos, corporativos y familias por el desvío de consumo hacia el servicio de la misma (en los 80s la deuda era un 30% del PIB, en 2001 ya estaba en 55% y en la crisis 2008 llegó a 70%, pero ahora está por encima de 120%).

Si diéramos crédito completo al comentario de Roubini, el ajuste de mercado actual se asemejaría a una combinación de factores tanto fundamentales (como en la crisis de 2008), como los de una burbuja de valuaciones (como la de 1970). Tomando el promedio de los últimos 28 años en el índice principal de la bolsa, y si se le compara con el nivel actual, ésta podría ajustarse en total 34% -incluyendo el 22% que mostraba a mitades de junio-, pero tomando el promedio del CAPE -esto es, el múltiplo ajustado por inflación- el ajuste total podría ser de 46%.

En un barrido de analistas importantes y comenzando con los de corte académico, podemos ver que tanto Roubini mismo, así como Damodaran, Krugman, Steve Hanke, Noah Smith, y Robert Shiller opinan en general que sí hay fuerzas que empujan la inflación hacia el terreno permanente, con lo que la Fed -que la mayoría califica como altamente falible- provocará una recesión con altas tasas de forma precipitada. Entre ellos, Krugman y Smith son un poco más mesurados, proponiendo que los precios lograrán amainar en los próximos meses, mientras que Damodaran, en el otro extremo, opina que esta es una inflación de una década.

Por otro lado, analistas del mundo de los negocios y CEOs suelen ser un poco más críticos, aunque los banqueros también con una dosis de cautela -por las relaciones con sus clientes-. Así, Ray Dalio, Jeffrey Gundlach, Mike Wilson, Carl Icahn, Jaime Dimon, Jeremy Grantham y Scott Minerd opinan que se dará un hard landing y que la Fed infló una burbuja que le falta aún por desinflar (Wilson, de Morgan Stanley, piensa que hasta llegar a 3000 puntos en el índice usual) y Dimon llega a augurar un "huracán" en los mercados.

Lo más sensato es prepararse para una recesión como escenario base, o que se monta ahora, o que vendrá dentro de los próximos seis trimestres.

El autor es profesor y director del Think Tank Financiero de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

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