Punto de quiebre

Esta semana se presentó un punto de quiebre en los mercados americanos

Esta semana se presentó un punto de quiebre en los mercados americanos. Desde el 2018, el FED no había subido “las tasas”. En términos absolutos no parece mucho: pasó de cero a 0.25%, a entre 0.25% y 0.50%. En términos relativos básicamente se subió al doble.

“Las tasas”, se refiere a la tasa de Fed Funds. Esta tasa es parte de uno de los mecanismos -quizá el mas efectivo- de aplicación de la política monetaria. Desde una perspectiva meramente operativa es el costo al cual el Banco Central le prestaría recursos a algún banco comercial en el mercado de nivelación vespertino para fondearse cuando requiere recursos por necesidades de liquidez.

Hay muchas aristas para analizar. ¿Habría manera de determinar cual debiera ser el nivel “adecuado” de esta tasa? Sí y la respuesta nos la proporciona la regla de Taylor. De acuerdo con el CFA, “Un economista americano, el profesor John Taylor, ideó una regla para ayudar a establecer las tasa de política monetaria … que podría ayudar a quienes fijan las tasas a evaluar si su tasa de política se encuentra en un nivel apropiado”. Sin entrar a tecnicismos, considera tanto la tasa en equilibrio, el crecimiento de la economía actual y potencial así como el nivel de la inflación actual y objetivo.

A su vez, dicha tasa los Estados Unidos y la tasa objetivo en el caso de Banxico, afectan tanto a las tasas pasivas, - en México la TIIE - y las tasas activas -CETES-, siendo pasiva o activa desde el punto de vista del público, aunque no es que haya una “formula” que determine dichos efectos.

Adicionalmente al dato de la tasa en sí mismo, está el “tono” que tiene el banco central. Se dice que es “hawkish” (como un halcón) si va a ser más agresivo o “dovish” (como paloma) si será menos agresivo en el manejo de la política monetaria.

Además, BANXICO tiene que considerar el efecto del tipo de cambio. Si bien no está para sostener un determinado tipo de cambio, lo haría solamente que se diera un traspaso a la inflación -o un desorden en los mercados cambiarios hasta cierto punto-. Ese fue precisamente el fundamento del error de diciembre de 1994 por el que si un banco central es autónomo, también lo tiene que ser respecto de estar atendiendo a las fluctuaciones cambiarias. Era necesario dejar flotar el tipo de cambio, pero hubo una mala implementación. Claro, es fácil hablar a toro pasado.

¿Cómo nos afectan estos cambios de la tasa objetivo? En la medida que se tengan créditos contratados a tasa variable, ésta se ajusta y por tanto habrá que pagar más intereses, por ejemplo en las tasas de tarjeta de crédito. La otra cara de la monea es que se reciben mas intereses por las inversiones. Si bien lo que importa es el rendimiento y costo real -sin inflación-se pagan -y reciben- montos nominales. Todo sea por controlar la inflación porque afecta más a quienes menos tiene.

PS1. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania muchos apoyaban a Hitler hasta idolatrarlo. En buena medida fue gracias a la maquinaria oficialista de propaganda Nazi que manipuló a las masas presentando a un monstruo como un mesías. No aprendemos y aún viendo los horrores de la abusiva invasión de Rusia a Ucrania, hay normalizadores que justifican los crímenes de guerra cometidos. Que fácil es racionalizar monstruosidades tomándose un cafecito y posteando en las redes sociales. Sobre su conciencia.

PS2. ¿Qué hay que hacer para que el Presidente continue su mandato? . (Quien entendió, entendió).

El autor es profesor de Finanzas en EGADE Business School.

Publicado originalmente en El Financiero.

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