Como bien sabemos, por mandato constitucional que está plasmado en la Ley del Banco de México, su objetivo es el mantener el poder adquisitivo de la moneda, es decir, mantener la inflación a raya.
El mecanismo de implementación de la política monetaria es por medio de la tasa objetivo. Este mecanismo es el mismo que utiliza el FED con su tasa de Fed Funds.
De acuerdo con Bloomberg, “Ha sido un viaje largo y arduo, pero el actual ciclo de endurecimiento monetario en Estados Unidos está en su punto máximo, con un recorte de las tasas de interés en septiembre por parte de la Reserva Federal como una conclusión inevitable.
Pero los datos económicos más débiles hicieron que algunos en Wall Street y otros lugares entraran en pánico el 5 de agosto, lo que llevó a los mercados a un viaje salvaje que los observadores menos excitables señalaron como en gran medida innecesario.
Los decepcionantes datos laborales hicieron que los mercados se desplomaran el lunes, pero el jueves los datos laborales positivos enviaron a los inversionistas nerviosos de vuelta a sus terminales. Ahora, todas las miradas se centran en el dato de inflación de la próxima semana para obstaculizar los esfuerzos del banco central por lograr un aterrizaje suave que parece muy cerca”.
Cambio de régimen de política monetaria, solo que lo normal es que el FED baje la tasa de FED Funds primero y luegoBanco de México hacía lo propio, en lo que se conocía como acoplamiento. Pero esta vez fue al revés (ciertamente no es que el FED siga los pasos de Banxico).
El INPC de julio a tasa anual, por los últimos tres años han sido 8.15%, 4.79% y 5.57%, pero hay que ver sus dos componentes. La subyacente fue de 7.65%, 6.64% y 4.05%: ya casi en el rango de la meta oficial de 3% +/- 1%, es decir, entre 2% y 4%. Casi. Aun y cuando la subyacente se dice que es un indicador adelantado de la total, la meta es sobre la total. Las tendencias son claras: se está con la tendencia adecuada, pero todavía falta un poco.
Dentro de la subyacente, por mercancías, los rangos de incremento anual fueron de 1.95% (mercancías no alimenticias) a 6.36% (educación). No alineados del todo, pero sí ball park como dicen los americanos.
El tema de este mes fue la no subyacente. Las anuales fueron de 9.65%, -0.67% y 10.36%. El componente que se disparó fueron las frutas y verduras con un ¡23.55%!
¿Cuánto de ese incremento en frutas y verduras se debe a extorsión, cobro de piso, etc.? En otras palabras, ¿cuánto de ese incremento es narcoinflación? ¿de cuánto será la lectura del siguiente dato con el secuestro de miles de personas y de carga en la carretera de y hacia el sur del país por vividores y por los que los manipulan? Vamos, hasta un capo es quien media para nombrar al rector de la Universidad de Sinaloa. ¿Esto último causa inflación? no, pero el punto importante es que no hay política monetaria que pueda con lo que no puede el gobierno (o no quiere o son uno mismo) y es tener un estado de derecho.
Claro que se podría tener una inflación baja Y bajar las tasas siempre y cuando hubiera estado de derecho, y eso no tiene nada que ver con la política monetaria, pero es anatema en estos tiempos. De hecho, es al revés. La política monetaria tiene que además de todos los aspectos económicos, considerar la falta de estado de derecho.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.