La semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE en español u OECD en inglés) publicó el OECD Compendium of Productivity Indicators 2023, OECD Publishing, Paris. Veamos la comparación entre países.
De entrada, la OECD define a la productividad “… como una relación entre el volumen de producción y volumen del insumo … mide la eficiencia con la que los insumos de producción, como el trabajo y el capital, se utilizan en una economía para producir un nivel dado de producción”.
¿Por qué es importante? Porque, nos dice el mismo reporte “… La productividad es una fuente clave de crecimiento económico y nivel de vida y, como tal, los indicadores de productividad comparables internacionalmente son fundamentales para evaluar el desempeño económico [entre países]”.
En particular, “la productividad laboral, medida como Producto Interno Bruto (PIB) por hora trabajada o bien por trabajador, es una de las medidas de productividad más ampliamente disponibles, que por lo tanto, se usa ampliamente en las comparaciones internacionales”.
También comenta que “… Las medidas de productividad laboral basadas en las horas trabajadas reflejan mejor el volumen de mano de obra que las medidas basadas en el número de personas empleadas debido a las diferencias entre países en el tiempo de trabajo (por ejemplo, relacionado con el empleo a tiempo parcial) y legislaciones laborales (por ejemplo, el tiempo de trabajo legal).”
Entre varias posibilidades, hay dos medidas para medir el tamaño de las economías: utilizando los tipos de cambio nominales o bien el PPP (Purchasing Power Parity o Paridad del Poder Adquisitivo). Medido con este último criterio, las economías más grandes son, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Turquía y México (3.8% del total). Es interesante ver que, si se mide a tipo de cambio nominal, entonces salimos de las economías top, tanto Turquía como México y entra Canadá.
En cuanto al tamaño de la fuerza laboral, medida como las horas totales de los países integrantes, México ocupa el segundo lugar, abarcando un 11% del total de horas. Ojo: de ser la octava economía por tamaño medido por PPP, con un 3.8% a un segundo lugar con dicho 11%. Si se mide como el número de personas empleadas, México es el tercer lugar con un 8.6%. Aplica el comentario respecto de qué medida es mejor: horas laboradas o número de personas empleadas.
Tradicionalmente, México siempre ha salido como el país con más horas trabajadas por persona al año. Ahora nos ganó Colombia con 2,326 y México con 2,216. También, tradicionalmente, el país con el menor número de horas trabajadas es Alemania.
Aun así, la productividad laboral, medida por el PIB (a PPP) entre las horas trabajadas, Irlanda, seguido de Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Suecia y Estados Unidos. Los tres últimos lugares: Sudáfrica, México y Colombia. De ser más productivos, seríamos una potencia mundial.
Ps: Consumatum est. A pesar de que los ciudadanos hablamos fuerte y claro, clamando que no es ni SU país, ni son SUS estados, ni SUS municipios, destazaron al INE: muy mal. La lógica de que porque el PRI estuvo 70 años ahora les toca a ellos es perversa, por no decir otra cosa. Por si fuera poco, ya basta de tener que pagar impuestos, so pena de terrorismo fiscal, para ser insultados, minimizados o ignorados. Quizá la forma más perversa de corrupción sea la del abusar de un puesto público para perpetuarse en el poder. Los gobernantes están para cumplir una función específica, por un tiempo específico y no para hacer política, ni nosotros para solventar ambiciones políticas personales. Esto aplica para todos.
El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.