(Patrón) Oro

Esta semana el precio del oro marco un máximo: los futuros a Junio en el NYME tuvieron un máximo intradía de USD$ 2,372.50, cerrando en USD$ 2,331.70.

De acuerdo con el WSJ, los reportes de empleo más fuertes hacen que se replanteen las posibilidades reales del FED en bajar tasas. Hay escenarios de tasas de hasta 8%. Además, se reporta que el banco central de China ha estado añadiendo oro a sus reservas durante 17 meses seguidos.

Pero ¿Por qué el oro se vuelve atractivo en determinadas situaciones y cuales son éstas? La respuesta corta es que sucede en tiempos de inestabilidad para cubrirse de la inflación desbocada y las tensiones geopolíticas, básicamente.

Recordemos que el oro funcionó como patrón durante un tiempo extendido. De acuerdo con el CFA, la mayor parte del siglo XIX y hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, el dólar americano y la libra esterlina operaban de acuerdo con el “patrón oro clásico”, ya que el precio de cada moneda se fijaba en términos de oro. Las monedas de los países estaban respaldadas por la cantidad de oro de que dispusieran y sólo imprimían la cantidad de dinero que su reserva de oro justificara. Al haber nuevos descubrimientos de betas de oro o mejor refinación, un país aumentaría sus reservas de oro e incrementaría su oferta monetaria pero no por la vía del comercio.

Para los años 30′s, el uso del oro aunado a políticas comerciales proteccionistas, buscando acabar con la depresión, causaron caos para el comercio mundial, reduciéndolo a la mitad: acabaron por abandonar el patrón oro.

A finales de la Segunda Guerra Mundial, Keynes -principalmente- propusó un nuevo sistema de tipos de cambio fijos con ajustes periódicos: el sistema Bretton Woods. Duró hasta 1973 cuando, por una la inflación “galopante” mundial, la mayoría abandonó el sistema de Bretton Woods en favor de tipos de cambio de libre flotación. Estos acuerdos se llamaron los Acuerdos Smithsonian.

¿Por qué el oro y no el helio u otro elemento? Desde las antiguas civilizaciones se le ha asociado con afluencia: la leyenda de El Dorado, en Colombia. Los conquistadores pensaban que había una ciudad cubierta de oro. En un artículo de la BBC un profesor del University College de Londres fue descartando elementos hasta llegar al oro. Los gaseosos son difíciles de transportar; los venenosos para el ser humano o reactivos tampoco servirían. No se diga de los elementos radioactivos. El hierro se oxida, el aluminio es endeble y otros elementos son difíciles de fundir, extraer, se oxidan o corroen, o existen en abundancia. El oro es llamativo (hace “bling”, el sonido ficticio del brillo) y se estima que todo el oro del mundo formaría un cubo de solo 20 m.

El oro se disparó, el petróleo también y el dólar se fortaleció por las tensiones en medio oriente causadas por las masacres de los terroristas.

Ps 1. ¿Ganó la que mintió? De los que nos trajeron que todo estaba -hasta frívolamente- pésimo y que nos creyéramos que todo iba a estar mejor, ahora los mismos sesudos pseudo-análistas dijeron -sin temor al ridículo- que por decir mentiras y “no caer en provocaciones” ganó el debate la autoritaria candidata que mintió. ¿Es en serio? Es mejor dejar de leerlos. Bravo por Pablo Hiriart.

Ps 2. Bienestar. (Acepción transformada) Dícese de la transformación de algo que funciona en un nido de corrupción e ineptitud y cuyo único bienestar que genera es para los gobernantes, su harta parentela y amigos. e.g. El robo de las AFORES nos traerá bienestar (refiriéndose a ellos mismos).

El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.