Modelo KLEMS I

El máximo del crecimiento de la producción fue 8.14% en 1997 y el mínimo en el 2020

Quizá uno de los mejores deseos para este 2024 es que México sea más productivo. Esto lo podemos medir por el modelo KLEMS. El INEGI, en su comunicado de prensa del 15 de diciembre, lo explica: “La Productividad Total de los Factores (PTF) se define como la relación entre el volumen de la producción y la contribución combinada de los insumos utilizados.

… la PTF emplea el modelo KLEMS como marco conceptual y … considera la contribución de los factores de la producción —capital (K), trabajo (L), energía (E), materias primas (M) y servicios (S)— y su relación con la producción … la PTF se interpreta como el perfil temporal de cómo se combinan los insumos para generar bienes. En la práctica, la PTF refleja el cambio en la eficiencia, las economías de escala, la variación en la utilización de la capacidad, entre otros”.

Los Estados Unidos tienen información desde 1987, publicados por el U.S. Bureau of Economic Analysis (BEA), en Europa comenzó en 2004 y México participa desde 2009. La idea es deceptively simple, como dicen los americanos: súmense las tasas de crecimiento de los factores de producción ya mencionados y réstense de la tasa de crecimiento de la producción. Lo que “no se explica” por dichos factores de producción es la productividad.

Los últimos datos disponibles están al 2022 y se incluye el promedio del período 1991-2022. El crecimiento de la producción, en promedio de dicho período, fue de 2.29% anual. El capital, 1.49%, el trabajo un 0.28%, la energía un 0.05%, materiales 0.84% y servicios 0.21%: tuvimos una productividad negativa de -0.58%. La productividad de Los Estados Unidos de 1987 a 2020, fue de 0.36%. (El trabajo fue 0.70%).

Vale la pena poner en perspectiva las épocas asociadas al crecimiento de los factores al analizar los componentes. El máximo del crecimiento de la producción fue 8.14% en 1997 y el mínimo en el 2020. El máximo del capital fue 2.84% en 1992 y el mínimo de -0.14% en 2021. Para el trabajo, el máximo fue un 1.06% también en 1997 y un -0.74% en 2020. Los servicios, componente esencial de las economías desarrolladas, tuvo un máximo de 0.89%, seguramente adivinó, en 2017 pero el mínimo fue en 1995 con un -1.2%.

BANXICO mencionaba que “En el largo plazo, el avance de la productividad es el determinante más importante del crecimiento económico y de los estándares de vida de un país … una mayor productividad conduce a … 1. Menores costos de producción … 2. Mayores salarios: Las ganancias en eficiencia son las que permiten a las empresas pagar mayores remuneraciones. 3. Menores precios. En un entorno de competencia, la mayor productividad se traduce en menores precios para los consumidores. 4. Mayor competitividad en los mercados globales … 5. Mayor inversión: Las ganancias en eficiencia inducen a las empresas a incrementar su inversión y apoyar el crecimiento en el largo plazo.” Desde luego, al tener un mayor crecimiento económico se pagarían más impuestos, no por abusivas cargas fiscales contra los cautivos, sino por incremento en la base que sí paga. Además, habría más recursos para apoyar a las personas más necesitadas. Hasta a los Políticos les conviene: seguirían haciendo más caravanas con sombrero ajeno. Hablando de caravanas: los migrantes son expulsados por malos gobiernos y van a países donde hay más productividad. Nunca al revés. Mis mejores deseos para este año 2024.

Ps 1. El 30 de diciembre de 1922 se estableció el experimento fallido de la URSS. A pesar de que quebró, sigue teniendo rábidos seguidores, especialmente en Latinoamérica.


El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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