La paradoja de la democracia y el rol de los negocios

Las empresas deben dar un paso adelante, demostrar que los negocios son parte de la solución y no del problema

Hace unos meses el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer el Informe País 2020: El curso de la democracia en México. Este documento invita a “la apropiación del espacio público […] para discutir, recrear y expandir la democracia en el país”. Poco de ello se ha realizado, al menos a la luz de varias de las conclusiones relevantes que emanan del estudio.

En particular, resulta sorprendente la falta de vinculación que existe en el debate público entre el rol de los negocios y el estado de la sociedad y la democracia. Para profundizar en el tema, es pertinente revisitar la simbiosis que debería existir entre un buen entorno de negocios y la existencia de una democracia liberal. En este sentido, la paradoja resulta del propio éxito empresarial y la acumulación de capital que este genera en los emprendedores exitosos.

¿Cuál es el rol de los negocios en resolver esta paradoja? ¿Cómo pueden contribuir las empresas a construir másdemocracia? En mi opinión, repensando el futuro de los negocios, accionando sobre la forma en la cual entendemos su impacto en el desarrollo sostenible. Inspirado en los resultados del Informe País 2020, en estas líneas me atrevo a sugerir tres cambios que debería impulsar el empresariado en México.

En primer lugar, la ciudadanía aspira a tener un país con menos pobreza y más justo, en particular el informe destaca a “la generación de igualdad en el terreno socioeconómico” como un desafío de la democracia. En este ámbito, el mundo empresarial tiene una oportunidad única de distribuir de forma directa y altamente eficiente el valor que genera. Para ello, se debe incorporar la sostenibilidad de forma efectiva en la estrategia de negocio como forma de impactar de forma sostenible en colaboradores, proveedores, clientes y en la comunidad. Este impacto generaría, de forma natural, progreso e igualdad, tanto a nivel económico como social.

En segundo lugar, los datos muestran unamarcada crisis de confianza en México: la ciudadanía ubica al empresariado (46%) por encima de otras instituciones como los sindicatos (31%), senadores y diputados (23%) y partidos políticos (22%), según el Informe País 2020. Este fenómeno, en el cual el empresariado cuenta con mayor confianza de la ciudadanía que los gobiernos, también lo encontramos a nivel mundial, de acuerdo con el Barómetro de confianza de Edelman Data & Intelligence.

Estos datos evidencian la oportunidad que tienen los negocios de ser agentes de cambio, fortaleciendo la sociedad mediante el aumento de la confianza que generan en la misma. En un mundo altamente polarizado –donde abundan las noticias falsas—, los negocios deben tener una voz en el debate público y proponer sus propias narrativas. Este cambio implica fortalecer la transparencia y crear un relato en el que los negocios puedan ser la solución a muchos de los problemas de la sociedad.

Por último, para la ciudadanía, la corrupción es el principal problema del país, incluso por encima de la pobreza, la inseguridad y el desempleo. En esta dimensión, el mundo empresarial también debe hacer un cambio, robusteciendo la gobernanza y los procesos para evitar la corrupción a nivel macro y micro. El empresariado debe promover procesos de negocios transparentes, donde primen la competencia, la innovación y la generación de propuestas de valor atractivas. Para progresar, México requiere de mercados más competitivos, ya que estos contribuyen a disminuir la existencia de corrupción y favoritismos.

En definitiva, en un México cada vez más polarizado, el empresariado se debe hacer cargo de los problemas de la democracia, ya que el deterioro de esta limita toda posibilidad desarrollo económico y social. Por ello, las empresas deben dar un paso adelante e invertir en el desarrollo de sus colaboradores y comunidades, para impactar en la sociedad y fortalecer la democracia. Esto implica sacar la voz y demostrar que los negocios son la solución y no el problema. Ahora bien, para ser y parecer, necesitamos más competencia, innovación y sostenibilidad en el mundo empresarial.

Artículo publicado originalmente en Generación Universitaria.

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