La noticia dominante ha sido el coronavirus por obvias razones, sin embargo -y ojalá me equivoque- el tsunami de lo que puede ser, sino la peor, una de las peores recesiones mundiales esta por llegar.
El FED vía sus estímulos de política monetaria ha desempeñado un papel que seguramente quedará en los libros de texto para futuras generaciones; la “otra pata” es la política fiscal.
El viernes 27 de marzo, el presidente Trump firmó un paquete de apoyos sin precedente: dos trillones de dólares (notación anglosajona). Para poner las cosas en perspectiva, equivale, según la medida que se utilice, al valor de la economía mexicana. Sumado a la política monetaria, los apoyos son algo así como 2.5 veces nuestra economía.
Aquí va la lista: US$ mil 200 por adulto y US$500 por menor. Préstamos o garantías para préstamos para las empresas, US$ 500 Billones, incluyendo hasta US$ 50 billones para las aerolíneas.
Para las PYMES: US$ 350 billones. Para seguro de desempleo: US$ 260 Billones. Salud: US$ 150 billones; apoyos a estados y municipios: US$ 150 billones. Educación: US$ 31 billones. Investigación y desarrollo contra el coronavirus: US$ 27 billones, entre otros.
Todavía se está pensando en otra arma más al arsenal: los dólares electrónicos. No se trata de hacerle competencia al Bitcoin sino de utilizar ese concepto para que el FED pueda hacer llegar dinero rápidamente a la población.
¡Excelente! Pero no es nada más porque sí. Si viéramos la gráfica del Labor Department de las aplicaciones iniciales para el seguro del desempleo, es impactante: 3.3 millones. En el apogeo de la crisis del 2008-2009 fue del alrededor de 350 mil: casi 10 veces más. Hace unas cuantas semanas, Estados Unidos estaba en mínimos de desempleo desde hace mas de 60 años. Ya se califica como una Gran Recesión Instantánea, así la llamó Keith Hall, Ex-Director de la Oficina del Presupuesto del Congreso americano.
¿Qué hay de México? En una decisión muy desafortunada, cuando más se necesitaría cuidar la planta productiva, vino la cancelación de la multimillonaria inversión -con su consecuente creación de empleo- en Mexicali. Francamente no se entiende, asumiendo que efectivamente cumplían con los requisitos impuestos, cosa fácilmente demostrable. ¿Seguirá Tecate?.
No se ha mencionado un tema que se puede convertir en un incidente internacional. Resulta que en Estados Unidos hay una ley desde 1977, la FCPA (Foreign Corrupt Practices Act, Regulación anti prácticas de corrupción en el extranjero) que aplica de manera muy particular a las empresas listadas en Estados Unidos. Se justificó el resultado de la consulta patito con que había prácticas de corrupción. Dado que Constellation Brands cotiza en el NYSE, va a haber que demostrar con hechos la acusación de corrupción. Pero no hace sentido: ¿de haber ganado el sí, se habría dejado continuar el proyecto? ¿Si había corrupción, porque no se ha hecho algo al respecto en vez de una encuesta? .
De acuerdo al INEGI, “La Tasa de Subocupación (… población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo...) representó el 9.3 por ciento … esta tasa fue mayor a la de un año antes que se ubicó en 6.8 por ciento.”…. esto es antes del coronavirus.
La posición de Hacienda -tal como la ahora tristemente famosa tienda de los eternos pagos chiquitos- es ¡paga! en vez de echarle un salvavidas a la planta productiva que genera empleo y que son quienes pagamos los impuestos con los que se hacen caravana con sombrero ajeno. Paga antes de que como empresario te mueras por coronavirus o tu empresa fallezca a falta de liquidez.
La cartera vacía -y desafortunadamente también el estómago- van a poner a las ideologías trasnochadas en su lugar.
Publicado originalmente en El Financiero.