Esta semana se presentaron dos eventos relevantes. El IPC regresó después de dos años, -uno por la pandemia, pero el otro no-, al nivel de 50,000 puntos. El otro evento fue el cumpleaños del Dow Jones, ni más ni menos que 125 años.
Un índice, (la aplicación más simple) es “para medir el sentimiento general del mercado financiero.” Escuchamos -equivocadamente- que “la Bolsa Mexicana de Valores o Wall Street subió o bajo”. El Grupo Bolsa Mexicana de Valores es una entidad con varias subsidiarias que compran y venden acciones, bonos y derivados, venden información financiera y tiene un papel autoregulatorio y de registro de valores para que puedan cotizar en el mercado.
Ahora tenemos dos bolsas en México: la Bolsa Mexicana de Valores y la Bolsa Institucional de Valores. Hasta mediados de los setenta también había una bolsa de valores en Monterrey y otra en Guadalajara.
Wall Street es la calle en donde se encuentra el NYSE (New York Stock Exchange) -además es sitio histórico- ubicada en el sur de Manhattan es más bien un concepto ya que, de acuerdo con el CFA, “Estados Unidos tiene un total de 13 bolsas de valores … [y adicionalmente] sistemas de comercio alternativos (ATS)” así que pensar “sólo” en la ubicación / NYSE es quedarse corto.
Los índices pueden ser calculados de diferentes maneras. Una es ponderando por valor de capitalización: precio de la acción multiplicado por el numero de acciones. El diablo está en los detalles: ¿Cuántas de las acciones de una emisora se deben considerar? ¿Todas? ¿Sólo las que cotizan? Y de las que cotizan, ¿realmente el público inversionista puede acceder a todas ellas o solamente las que ni están en poder de fideicomisos (hay toda una historia entre un fideicomiso y la Bolsa) ni tampoco las que tienen los institucionales cuyo estilo de inversión es comprar y mantener? En cuanto al precio, que es particularmente importante al cierre de operaciones diarias porque es como normalmente se valúan los portafolios de inversión, ¿es estrictamente la ultima operación en el ultimo segundo? (ya ni el último segundo, porque con el advenimiento del Algorithmic Trading puede llegar a ser hasta el ultimo nanosegundo) o bien ¿un promedio ponderado de los últimos 30 minutos de operación? Con estas consideraciones se calcula el precio de cierre de las acciones y del IPC.
Otra manera es un promedio de los precios y es así como se calcula el Dow Jones Industrial Average (y el Nikkei), porque cuando comenzó, las características de las acciones de las compañías eran relativamente homogéneas por lo que hacía sentido.
Está el tema del tamaño de la muestra que debe ser representativa. El Dow Jones que escuchamos es el DJIA con 30 componentes. El IPC tiene 35 componentes solo que el numero de acciones que cotizan en Estados Unidos, de acuerdo con el World Bank fueron 4,397 para 2018 y en México 139 para 2019. Se podría decir que el IPC si es representativo del mercado accionario mexicano, pero no así el Dow Jones. De hecho, para muchos efectos, es mas recomendable considerar el S&P 500.
Un estilo de inversión es “pasivo”: se invierte en los componentes de los índices, porque es muy difícil ganarle al mercado (aunque el compadre diga otra cosa). Recordemos que una parte de nuestras AFORES están invertidas en los mercados accionarios, creando un circulo virtuoso al financiar a las empresas que generan empleo y pagan los impuestos que otros reparten. ¿Por qué ir en contra del beneficio de todos si inclusive de ahí se benefician los detractores del mercado?
Publicado originalmente en El Financiero.