Impuestos ¿antes o después?

Un buen gobierno fomentaría el ahorro

Se dice que Einstein dijo que el interés compuesto es “la fuerza más poderosa del universo” y/o que “es la octava maravilla del mundo”. No creo que haya dicho ninguna de las dos frases, pero no les falta razón.

Partiendo de un monto, digamos mil pesos y considerando la misma tasa de interés, vamos a obtener diferentes (y significativos) resultados. Por ejemplo, invirtiendo a la tasa de CETES de la subasta de esta semana, 11 por ciento, en un año obtendríamos mil 110 pesos (asumiendo interés simple y que fuera un instrumento que durara un año, ya que esa tasa corresponde a los CETES de 28 días).

Sin embargo, si pudiéramos capitalizar dos veces al año, es decir, cobrar los intereses acumulados al sexto mes y reinvertir el capital original más los intereses obtenidos, obtendríamos al final del mismo año, 1,113.03.

Si capitalizáramos cada mes, obtendríamos 1,115.72; si pudiéramos capitalizar en forma diaria, 1,116.26. Con capitalización continua, (tal como su nombre lo dice, se capitaliza cada instante, aunque este concepto se aplica principalmente en el contexto de la valuación de los instrumentos derivados), sería 1,116.28.

La diferencia llegaría a ser de hasta 6.28 en los mil pesos invertidos. ¿No parece mucho? Bueno, es dinero gratis que se deja sobre la mesa por no capitalizar. Si no lo quiere, yo sí se lo acepto.

Aquí es donde entra el tema de incrementar la retención de impuestos. Mañosamente (¿acaso pudiera ser de otra manera?) se incrementó la retención, pero “no es un impuesto nuevo”. No pues gracias (aviso de sarcasmo, por si las dudas).

De acuerdo con el CFA, “Los impuestos sobre los rendimientos de las inversiones tienen un impacto sustancial en el rendimiento y las acumulaciones a futuro.” Hay varias maneras de cobrar los impuestos:

Impuestos a los rendimientos de una inversión, son “impuestos pagaderos sobre intereses y dividendos pagados … Uno de los métodos más sencillos para gravar los rendimientos de una inversión es gravar el rendimiento anual de dicha inversión a una tasa impositiva única …” En nuestro ejemplo, se pagan impuestos cuando se cobran los intereses.

Impuestos a ganancias de capital. Se “centra en las ganancias de capital, que son las que se dan hasta que se realizan [cuando se vende una acción, por ejemplo], en lugar de los ingresos por intereses y dividendos, que generalmente están sujetos a impuestos cada año”. En nuestro ejemplo aplicaría si se invirtiera por varios años en la cuenta de AFORE.

Impuestos basados en el patrimonio: “Algunas jurisdicciones imponen un impuesto sobre el patrimonio, que se aplica anualmente a la base de capital”. Los $1,000 pesos de nuestro ejemplo que, sin que haya ganancia o nada, pagaría impuestos como si fuera la tenencia de automóvil.

Es claro que es mejor pagar los impuestos hasta después de acumular por el mayor tiempo posible las ganancias. Además de todo, como lo señalan varios comentaristas, para quienes no presentan declaración anual, la retención se convirtió en pago definitivo. Hay otros dos factores en juego: la inflación porque se calculan sobre tasa real únicamente y el tiempo: mientras más años, mejor. Un buen gobierno fomentaría el ahorro. Al fomentar invertir en CETES se financiaría el propio gobierno. Pero todo sea para obras faraónicas y gasto social para la compra de votos.

Ps. Hace una semana desfilaron soldados de dictaduras de izquierda como las de Rusia, Nicaragua y Cuba: el sueño húmedo de la izquierda mexicana. Una semana después se vuelve a desbordar la tragedia migrante provocada por dictaduras como esas. No aprendemos en cabeza ajena y vamos para allá.


El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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