El INEGI dio a conocer los resultados del censo 2020 que fue aplicado pese a los pesares. Bien por esa entidad y ojalá se siga respetando su independencia para bien de México.
Somos un poco más de 126 millones, incrementándose en 10 años un poco más de trece millones de personas; más de la mitad son mujeres y la edad promedio es de 29 años, siendo 26 años en el 2010 y 22 años en el 2000. Adiós al bono poblacional.
En el 2000, el promedio de nacimientos era de 2.6; para el 2010, 2.3 y en 2020 es de 2.1 por mujer. Ha bajado y estamos en el mínimo para mantener la población, lo que se conoce como la tasa de fertilidad total, aunque no es lo mismo que la tasa de natalidad, ya que se contabilizarían si dichos niños y niñas llegan a vivir más de los quince años.
La población residente en México nacida en otro país es de 1.2 millones de habitantes. Los americanos son la gran mayoría con casi 800 mil personas. El tercer lugar lo ocupa la República Bolivariana de Venezuela con casi 53 mil personas. ¿Cómo porqué se habrían salido de esa chulada de régimen que quieren instalar en México?
Ahora viene lo bueno: “Entre 2010 y 2020, el porcentaje de población que declaró estar afiliada a los servicios de salud aumentó de 64.6% a 73.5 por ciento. La tasa de analfabetismo se redujo de 9.5% en 2000, a 6.9% en 2010 y a 4.7% en 2020 … el grado promedio de escolaridad presenta una tendencia creciente: 7.5 años en 2000, 8.6 en 2010 y 9.7 en 2020.
En 2020 hay 35 219 141 viviendas particulares habitadas. En 2000 la cifra era de 21 942 535 viviendas y en 2010 de 28 607 568. El promedio de ocupantes por vivienda mantiene una tendencia decreciente. De 4.4 ocupantes en 2000, pasó a 3.9 en 2010 y a 3.6 en 2020.
Entre 2000 y 2020, las viviendas con disponibilidad de agua entubada pasaron de 84.4% a 96.3 por ciento.
Entre 2010 y 2020, la disponibilidad de teléfonos celulares en las viviendas creció de 65.1 a 87.5%, internet de 21.3 a 52.1%, las computadoras o laptops de 29.4 a 37.6%”.
El drenaje cubre un 97.1% y tanto servicios sanitarios como electricidad, cubren el 99.5% de las viviendas. Las viviendas con piso de tierra únicamente son 0.8%. El 96.4% tiene refrigerador, el 87.1% lavadora y más del 58% tiene automóvil.
Se incremento la cobertura de salud, se redujo el analfabetismo, se incrementó la escolaridad, hay menos habitantes en promedio por vivienda, el agua entubada, drenaje y electricidad ya está llegando a niveles de cobertura total, aumentaron el numero de celulares e internet, hay muy pocas viviendas con piso de tierra y ya va para el 60% que tienen automóvil (por eso hay tráfico, porque hay muchos carros y hay muchos carros porque a la gente le estaba yendo mejor) .
¿Cuál era el hartazgo de la población que decidió un “cambio”? ¿la corrupción e impunidad? Para abril del 2017, López-Dóriga reportaba: “son 16 los exgobernadores … con problemas de justicia: cinco presos, dos bajo proceso en libertad, cuatro sujetos a investigación, tres prófugos y dos en libertad, uno tras ser encarcelado en España … y otro luego de ser investigado en Estados Unidos”.
El bienestar de un país, un maratón y no un sprint. Es necesaria la constancia en el crecimiento más que recetas mágicas de cualquier partido: solo es un “quítate tú para ponerme yo”. A 500 años seguimos yéndonos por los espejitos.
Publicado originalmente en El Financiero.