Flujo de efectivo descontado

Si partimos de las ventas de una empresa, habrá que restarle lo que cuesta producir un bien: es el costo de ventas

Este es el flujo de efectivo que recibirían los accionistas después de haber restado todos los costos, gastos e inversiones (van al último). Si partimos de las ventas de una empresa, habrá que restarle lo que cuesta producir un bien (suponiendo manufactura): es el costo de ventas.

El resultado anterior es la utilidad bruta, porque todavía hay que descontar otros conceptos que son los gastos generales, de ventas y de administración. Se les denomina gastos para distinguirlos de los costos que se asocian a los productos (por ejemplo, la materia prima) ya que los gastos son “para toda la empresa” (por ejemplo, el gasto del área de Recursos humanos).

Este subtotal es de suma importancia, se le conoce como utilidad de operación y tal cual su nombre lo indica, es la utilidad que genera (o no) la empresa por su actividad principal a contraposición de “otros ingresos”. Por ejemplo, cuando una computadora usada en la administración de la empresa deja ser útil, pero se puede vender a un valor residual, dicho ingreso sería catalogado como “otros ingresos”. Si la actividad de la empresa fuera vender computadoras (nuevas) entonces sería catalogado como “ventas”.

Si la empresa tiene pasivos (con costo) como préstamos bancarios o bursátiles, lo que sigue es restar los intereses pagados durante el período que se está analizando. En la medida que todos los conceptos anteriores sean acumulables (ingresos) y deducibles (costos, gastos e intereses) entonces sobre este otro subtotal, es que se pagará el impuesto sobre la renta. Lo que queda, es la utilidad neta.

Como seguramente ya se dio cuenta, el estado financiero que muestra todo lo anterior es el Estado de resultados o Estado de pérdidas y ganancias. Si bien sobre este último resultado (utilidad neta) se pudieran decretar dividendos, aun así, faltan considerar otros elementos.

Al vender más (o menos) si la empresa otorga plazo de pago a sus clientes, ese monto hay que financiarlo: vende hoy, pero cobra en un mes o al plazo que sea. Si mantiene inventario, también hay que financiarlo. Si los proveedores, por contra, otorgan un plazo de pago, esto ayuda en lo que se conoce como el ciclo de efectivo. Sin embargo, el resultante neto del ciclo de efectivo hay que financiarlo.

Cae por su propio peso el darse cuenta de que los activos fijos de la empresa no duran eternamente, por lo que habrá que invertir en un futuro en dichos activos.

Después de todo lo anterior, si sobra flujo de efectivo entonces hasta este punto se le pudiera repartir al accionista. Los accionistas son los últimos en cobrar, si es que llegan a cobrar (dramáticamente se generaliza que los empresarios “roban”: si conoce de algún caso, hay que denunciar, so pena de convertirse en cómplice).

Cuando proyectamos los “fundadamente beneficios futuros esperados” y los traemos al día de hoy (considerando el valor del dinero en el tiempo), obtenemos el “valor intrínseco de la acción”: es el que se estima al que los accionistas estarían dispuestos a vender su acción.

A esta metodología se le conoce como flujo de efectivo descontado, el caballito de batalla de la valuación de acciones. Sin embargo, trash-in, trash-out, si los supuestos no son realistas o aun cuando lo fueran, “cambian las reglas”, la acción cambiaría de valor pudiendo perderse lo invertido.

PD. El comercio internacional de México (exportaciones más importaciones) es aproximadamente USD$2 millones por minuto. Se nombran neófitos y hay nepotismo en la secretaría que debería fomentar (no castigar) la creación de fuentes de trabajo que pagarían impuestos … de los que viven.

El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Publicado originalmente en El Financiero.

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