El mercado de fusiones y adquisiciones en México podría tener un repunte significativo en este 2023 sin embargo, aunque el repunte se dé posiblemente por el efecto nearshoring que está sucediendo en nuestro país, es probable que las empresas se vayan con cautela.
Y es que esto es a lo que se refiere el efecto “lipstick”: hacer adquisiciones pequeñas, pero estratégicas, y que abonen a la propuesta de valor de la empresa. En este sentido, las empresas apuntan a aquellas adquisiciones que contribuyan de manera significativa a sus objetivos organizacionales, su visión y su posicionamiento en el mercado.
En este año, y con todo el tema de la transformación digital aunado al nearshoring, es posible que las grandes empresas busquen realizar adquisiciones enfocadas en tecnología que ayuden a acelerar sus procesos digitales.
Además, es importante realizar adquisiciones empresariales que ayuden a incrementar las capacidades operativas, lo cual podría ser de interés para aquellas empresas que buscan aprovechar la posición geográfica de México con sus socios comerciales de Norteamérica.
El hecho de realizar adquisiciones enfocadas en fortalecer sus capacidades operativas, especialmente en la cadena de suministro, resulta altamente relevante en estos tiempos, donde se demanda una alta agilidad en los procesos, con el objetivo de brindar soluciones rápidas y eficaces.
Si algo hemos aprendido en los últimos tres años es que sucesos como la pandemia de COVID-19 y de la guerra de Rusia contra Ucrania, pueden vulnerar de manera significativa a las cadenas de suministro. Un ejemplo claro es el de la industria automotriz que sufre, por diferentes razones, desabasto de materiales, lo que hace que los tiempos de entrega a sus clientes sean de hasta varios meses.
Lo que resulta esencial en este proceso es que las empresas realicen sus alianzas o adquisiciones siempre tomando en cuenta a las necesidades de los clientes. Si bien, las necesidades de los clientes pudieran ser altamente cambiantes, es importante que como empresa se trabaje de la manera más cercana a ellos para entender sus comportamientos y demandas para, posteriormente, adaptar los procesos a estas necesidades.
Así, el hecho de buscar la adquisición de empresas que ayuden a brindar mejores y más eficientes soluciones a los clientes puede ayudar de manera significativa en el cumplimiento de los objetivos empresariales en el corto y en el largo plazo.
El efecto “lipstick” no significa que las empresas disminuyan sus metas de crecimiento mediante la adquisición de pequeñas empresas, sino que propicia que lo hagan de manera más cuidadosa, con lo que las empresas que buscan fortalecer su posición competitiva, mediante el lanzamiento de nuevos productos y/o servicios, continuarán haciéndolo, sin embargo, lo harán a una menor escala.
Esta estrategia no es nueva; adquirir empresas pequeñas poco a poco hasta consolidar una empresa sólida que brinde soluciones integrales a los clientes, es una estrategia que muchas utilizan para fortalecer su posicionamiento en el mercado, sin embargo, es algo que normalmente se ve en épocas de inestabilidad y recesión económica, como la que se ha visto después del COVID-19.
La autora es profesora de emprendimiento en la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey y está afiliada al Centro de Innovación y Emprendimiento.
Artículo originalmente publicado en El Financiero.