El valor que aportan las mujeres a la economía y la sociedad es innegable. Desde su alto sentido de la responsabilidad, un manejo eficiente del tiempo y la atracción y retención de personas con talento, hasta mejoras en temas de creatividad e innovación; lo cual se traduce en mayor rentabilidad de las organizaciones o empresas donde participan. Pero sobre todo lo anterior, su papel en la gestación y formación de los seres humanos que vendrán a conformar las siguientes generaciones es un activo de valor incalculable que se debe proteger y preservar.
Afortunadamente, en México este tema se ha vuelto más relevante y cada día se incrementa el número de empresas que están generando más iniciativas para apoyar a la mujer, impulsando un cambio cultural donde el hombre también pueda ejercer roles que permitan un desarrollo más armónico de las personas..
De acuerdo con los datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), han mejorado los indicadores de la participación de la mujer en posiciones de liderazgo. Por ejemplo, se tiene un 25% en direcciones jurídicas, un 11% en direcciones de finanzas, un 4% en dirección general y ya se cuenta con un 13% de participación femenina en los consejos.
Sin embargo, dentro de las tareas pendientes, México es el cuarto país con menor participación económica de la mujer en los países de América Latina. Países de menor tamaño y con economías más pequeñas han tenido mayor avance en el tema. De igual forma, la brecha salarial es del 35%, de acuerdo con datos de la ENOE, cifra superior a la media mundial.
En mi opinión, como madre y en mis roles como directora y consejera en empresas, para poder avanzar en el tema de la inclusión se requiere tomar acción tanto desde los organismos públicos como desde las empresas.
Por el lado del gobierno:
Por el lado del sector privado:
El rol de la mujer en las empresas está comprobado que contribuye en mayor rentabilidad. Sin embargo, lo más importante es su rol en la sociedad, el cual ejerce como madre y que tiene una mayor trascendencia, ya que la formación y cuidado de sus hijos impacta en el entorno social, educando con valores.
Por el lado de las organizaciones, me siento muy contenta de que en EGADE Business School contribuimos desde hace varios años con una beca para las mujeres talentosas que buscan tener una mayor preparación, que les permita tener un sentido de realización y acceder a posiciones de liderazgo en forma equitativa. Adicionalmente, es de gran satisfacción ver que alcanzan sus objetivos con el apoyo en su familia y de su trabajo, que les permite poder balancear su rol de madre, esposa y líder en los negocios.
La autora es directora nacional de la Maestría en Finanzas en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
Artículo publicado originalmente en Alto Nivel.