En los últimos años hemos observado cambios significativos en los grandes corporativos. El ecosistema empresarial ahora permite la convivencia de diferentes generaciones trabajando codo a codo, pero con diferentes enfoques, valores y objetivos que, sin duda, ahora se vuelve un reto para las organizaciones. Mientras una generación se centra en el orden y el proceso, otra se centra en la flexibilidad y creatividad. Hasta el día de hoy, la generación Y (millennials) continúa siendo la generación mayoritaria en los espacios de trabajo, pero para el 2031 la generación Z (centennials/zillennials) dominará la fuerza laboral y, por lo tanto, los productos requeridos por ellos mismos.
Desde la irrupción del gen Y, las organizaciones han comenzado a cambiar los esquemas de trabajo, convirtiendo los espacios físicos y estructuras organizacionales. A la responsabilidad social, la disrupción, la innovación, la flexibilidad y la creatividad propias de los millennials, la generación Z ha sumado los negocios con propósito (ética), la digitalización y la inclusión, además de ser creadores de productos y servicios con estas características.
Ante un ecosistema emprendedor cada vez más fortalecido, tanto las pymes como los grandes corporativos deberían aprovechar la gran oportunidad de integrar el talento emprendedor al interior de sus organizaciones (mejor conocido como intraemprendedor), ya que existen grandes beneficios de contar con ellos en sus filas:
Si bien algunas de estas ventajas las vemos mayormente en las generaciones antes mencionadas, no es exclusivo de las mismas. Cada día que pasa vemos en los grandes corporativos empleados ejerciendo su función y a la par corriendo un negocio, siendo socios de uno o ayudando a otros negocios a diseñar soluciones y estrategias. El ecosistema emprendedor, sumado a la tendencia del gig economy, empujará a las organizaciones a incluir modelos de intraemprendimiento donde el talento pueda generar productos y servicios para la organización, pero a su vez pueda dirigir su propio negocio o tener un esquema interno de compensación y administración de talento para poder generar spin offs que en el largo plazo puedan convertirse en unicornios.
Hoy las organizaciones se enfrentan a una dicotomía en el manejo del talento: concentrar al cien por ciento en su carrera corporativa o diseñar espacios para combinar el espíritu emprendedor que internamente pueden desarrollar y/o combinarlo con las compañías que este talento crea externamente.
No cabe duda de que aún existen interrogantes por contestar, pero como CEO, directores y emprendedores, y ante la velocidad del cambio que vivimos, es de suma importancia tener en nuestra agenda esta tendencia. Los cambios en los modelos económicos, generacionales, laborales y tecnológicos nos conducirán a crear soluciones disruptivas para seguir generando valor compartido y bienestar social para todos los grupos de interés a través de lo que definamos hacer con nuestro talento emprendedor al interior de las organizaciones.
Artículo escrito por Tomás Cortés, egresado del MBA de EGADE Business School.
Publicado originalmente en Dinero en Imagen.