El tema del Weekend Reading de Bloomberg de esta semana, es Victory in sight y comienza preguntándose “¿Buscas un poco de alegría económica en tu bota [de Santa Claus] este año? Bueno, pues estás de suerte (si es que eres estadounidense)”.
El motivo de alegría es que “el indicador de inflación subyacente preferido por el FED apenas subió el mes pasado y, según una de las mediciones de la inflación [el Personal Consumption Expenditures Price Index], incluso se situó por debajo del objetivo del 2% de la política monetaria. Es la primera vez en tres años que el FED logra alcanzar su definición de estabilidad de precios después de librar una guerra contra la inflación provocada por la pandemia, la invasión de Rusia contra Ucrania y otros …”.
Recordemos el porqué es tan importante el combate a la inflación. Le afecta más a quien menos tiene ya que, normalmente, las personas desfavorecidas con menos recursos difícilmente cuentan con instrumentos financieros que les permitan, si no tener rendimientos positivos por encima de la inflación, al menos compensar -todo o en alguna medida-, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Es la pesadilla de no poder alcanzar a ahorrar lo suficiente para adquirir algún bien necesario, ya que lo poco que pueden ahorrar con mucha dificultad, al “guardarlo abajo del colchón”, pierden poder adquisitivo en forma constante.
No es la primera, -ni será la última vez-, que las economías se enfrenten a la hidra de mil cabezas en que se puede transformar la inflación, si no es contenida a tiempo. El problema es el famoso aterrizaje suave: poner a raya la inflación sin causar una recesión. Sin echar campanas al vuelo, parece que lo están logrando. El mismo artículo así lo hace ver: “Durante la mayor parte del proceso, el empleo en Estados Unidos se mantuvo sólido, a menudo en máximos históricos del último medio siglo … Todo apunta a un banco central que básicamente logró lo que los agoreros de Wall Street consideraban imposible y el eco mediático lo repetía … es muy posible que el presidente del FED, Jerome Powell, logró un aterrizaje suave”. La consecuencia más palpable es que se vislumbra una reducción de tasas de interés, aliviando el servicio de la deuda, a nivel personal pero también a nivel corporativo e inclusive internacional.
En México, de acuerdo con el INEGI, para la primera quincena de diciembre, la inflación general anual se colocó en 4.46%. Todavía por encima de la meta de BANXICO del 3% +/- 1%, pero sustancialmente menor a la inflación de 7.77% de hace un año. El índice de precios subyacente registró una tasa anual de 5.19% y la inflación no subyacente, un 2.28%. Hay que fijarse en la subyacente porque sería un predictor de la inflación general por venir.
Un aterrizaje suave nos conviene tanto porqué son nuestro principal cliente como por las remesas.
Mis mejores deseos para el 2024.
Ps 1. Que limitada visión de la vida el comparar un tramo de tren con la llegada a la luna. Como duele el tercermundismo, la estulticia y la abyección de la política mexicana. Está la posibilidad de que el mensaje esté dirigido a una determinada congregación que hasta se sienta halagada de que la traten así. Muchos nos ofenderíamos.
Ps 2. ¿Por qué tenemos que estar aguantando las luchitas palaciegas entre esbirros y teniendo que pagar impuestos para que se entretengan? Les quedó altísimo el ladrillo al que se subieron y está mucho peor lo dizque nuevo (solo es un refrito) que antes. Estábamos mejor cuando estábamos peor.
El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.