El INEGI publicó la Encuesta mensual sobre empresas comerciales (EMEC) para el mes de diciembre donde las ventas minoristas crecieron 2.5% en términos anuales. Con cifras ajustadas por estacionalidad, las ventas al menudeo crecieron 0.1% contra el mes previo. A su interior, los artículos de ferretería, tlapalería y vidrios (5.7%) y los artículos de esparcimiento (5.6%) sesgaron al alza el crecimiento mensual. En cambio, los enseres domésticos, computadoras, artículos para la decoración de interiores y artículos usados (-3.4%) y accesorios de computadora (-2.8%) mostraron contracciones considerables.
Asimismo, vemos que las ventas al menudeo se han acelerado (1.5% v. -1.1% trimestral anualizado en noviembre). Si bien tenemos algo de señales mixtas, la pérdida de poder adquisitivo por una elevada inflación en paralelo al apretamiento de las condiciones crediticias para mitigar su efecto son factores que repercuten y repercutirán en el dinamismo de las ventas al menudeo.
El INEGI publicó los precios al consumidor de la primera quincena de febrero donde la inflación general se ubicó en 7.8% anual. (de 7.9% en la segunda quincena de enero). A su interior, la inflación subyacente creció 8.4% anual (de 8.5% en la segunda quincena de enero). Cabe destacar que la inflación de las mercancías y de los servicios se encontraron en 10.8 y 5.6%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un crecimiento de 5.9% anual, el cual se explica por la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno 2.9% y los productos agropecuarios 9.7%.
Así, vemos una inflación que se desacelera en el margen cuya senda a la baja es dudable, un elemento que se pudiese abonar a la persistencia de este fenómeno es la contaminación de las expectativas de inflación. De acuerdo con el Banco de México, para el mes de enero, los especialistas en el sector privado esperan que para 2023 la inflación cierre en 5.18% (v. 5.1% en diciembre). Si bien las expectativas se han ajustado a una potencial desaceleración, estas persisten muy por encima del objetivo de inflación por parte del banco central. Asimismo, las expectativas para el 2024 se han ajustado hacia el alza ( 3.9% a 4.0%, respectivamente).
El Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno, donde se decidió aumentar la tasa de interés objetivo en 50 puntos base, ubicándose en 11.00%. La decisión fue unánime. La junta considera que las presiones inflacionarias han sido mayores anticipadas deteriorándose debido a factores como la persistencia de la inflación subyacente y las presiones inflacionarias derivadas tanto de la pandemia como del conflicto bélico. En adición, mencionaron que el proceso de desinflación ha sido más lento de lo previsto, indicando que existe incertidumbre respecto a la trayectoria del componente subyacente.
Asimismo, se menciona que las condiciones financieras globales han permanecido apretadas por parte de la mayoría de las autoridades monetarias. Además, mencionan el más reciente movimiento de la Reserva Federal y su intención de no ver reducciones en la tasa de interés dentro del mediano plazo aunque se ve un debate sobre qué tanto deben seguir a dicho banco central.
De igual manera, hacen hincapié en la acentuada incertidumbre en el entorno económico por lo que sus decisiones se basarán al evaluar las condiciones prevalecientes. Aunado a lo anterior, se percibe una Junta de Gobierno sensible a la inflación (hawkish) y a los movimientos de su contraparte estadounidense.
En el comunicado que anuncia la decisión de política monetaria se menciona que el siguiente movimiento será de menor magnitud, es decir, probablemente de 25 puntos base. Este comentario pone en duda el accionar de la institución ante un entorno muy cambiante.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el Indicador Anticipado del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre del año, el cual se estima que haya avanzado 3.7% contra el año previo. Al interior, las actividades primarias, secundarias y terciarias crecieron 6.0, 3.2 y 3.7%, respectivamente, en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, se espera que el PIB haya crecido 0.5% trimestralmente. Al interior, las actividades primarias, secundarias y terciarias crecieron 2.0, 0.5 y 0.1%, respectivamente, en términos trimestrales.
Así, se observa una estabilidad en la recuperación de la actividad económica. No obstante, factores como los choques de oferta del sector industrial como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, las disrupciones manufactureras en China y la ya observable ralentización de la economía global, mermarán el dinamismo de la actividad económica mexicana para este año. La economía mexicana creció 3.1% en 2022, superando las expectativas, y probablemente crecerá la mitad en 2023.
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