Según los indicadores del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el sector manufacturero mexicano se encuentra en contracción al ubicarse en 49.30 puntos al mes de noviembre. Cabe destacar que esto representa un crecimiento anual de 2.2%. Al interior del sector manufacturero, el tamaño de la empresa, nuevos pedidos, producción manufacturera y entrega de productos se ubicaron en expansión al estar por arriba de 50 puntos. Por el otro lado, los inventarios manufactureros ligan 4 meses en contracción y, si bien, el empleo se había recuperado el mes pasado, volvió a contraerse en el mes de noviembre (48.5).
En contrase, el indicador de servicios se encuentra en expansión con 50.94. Al interior, el tamaño de empresa (50.34), nuevos pedidos (51.63), producción no manufacturera (51.96) y entrega de productos no manufactureros (52.29) también se ubican en expansión. El indicador de empleo fue el único que aún se encuentra a la baja, ligando 28 meses en contracción.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, tanto el sector manufacturero (48.52) como el de servicios (49.47) se ubicaron en contracción. Esto representa una caída mensual de 1.10% y un crecimiento mensual de 1.5%, respectivamente.
Si bien los indicadores del IMEF reflejan las mejoras en la actividad económica, la tendencia continúa débil y asimétrica. Por un lado, el sector manufacturero, el cual llevaba ya meses en recuperación, se ubicó en contracción en el mes de noviembre, pero el sector servicios continúa con una tendencia al alza. A futuro, el progreso de la vacuna de Covid-19, la contínua reactivación de la economía estadounidense y el cambio de administración en la Casa Blanca, señalan un entorno de mayor certidumbre en la economía mexicana. En cambio, un repunte de casos de Covid-19 continúa siendo un factor de riesgo para la actividad económica.
Hacia futuro, la economía continuará con un dinamismo contrastante. Por un lado, se espera la recuperación del sector manufacturero de la mano de un mayor dinamismo de la economía estadounidense. Por otro lado, esperamos una recuperación moderada del sector servicios debido a la pérdida de miles de Pymes y de empleos formales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la confianza del consumidor al mes de noviembre, la cual refleja una contracción de 15.42% anual. Al interior, todos los indicadores de confianza del consumidor, es decir, las perspectivas actuales y futuras de los hogares (-19.38%, -5.14%), la situación económica actual y futura (-26.18%, -7.31%) y la situación de poder de compra (-28.7%) se ubican en niveles inferiores con respecto al año anterior.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la confianza del consumidor cayó 2.5% con respecto al mes anterior y en términos anuales se contrajo 15.38%, ligando doce meses a la baja. Al interior, todos los indicadores quebraron la recuperación persistente de los meses previos. En la situación de los hogares actual y futura, el indicador cayó -19.52% y -5.26%, respectivamente. Asimismo, las situaciones económicas actuales (-26.2%) y futuras (-7.33%) representaron una disminución en términos anuales. Por último, destaca la contracción en el poder de compra con -28.57%.
Así, el indicador de confianza del consumidor (ICC), con cifras ajustadas por estacionalidad, cae en noviembre tras varios meses de recuperación. Cabe mencionar que, en términos anuales, continuamos muy por debajo de los niveles de 2019. Creemos que la desconfianza de los consumidores, congruente con otros indicadores del mes, está relacionada con un rebrote en los casos de Covid-19 y el continuo entorno de incertidumbre. Hacia futuro esperamos que la confianza del consumidor se continúe recuperando, si bien, a un ritmo moderado.
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