El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la balanza comercial del mes de junio donde se reportó un déficit de 3.96 mil millones de dólares (mdd). Así, el saldo de la balanza acumulado a 12 meses muestra un déficit de 25.3 mmdd.
Las exportaciones crecieron 20.2% anual. A su interior, las exportaciones manufactureras y automotrices se expandieron 19.9 y 20.8% en términos anuales, respectivamente. Con cifras ajustadas por estacionalidad, las exportaciones avanzaron 1.3% mensual. Dentro de sus componentes, las exportaciones manufactureras avanzaron 1.5% mensual, impulsadas por las exportaciones automotrices las cuales mostraron un crecimiento de 4%. Así, para el mes de junio, la tendencia de las exportaciones persiste en territorio positivo aunque a un menor ritmo (24.6 v. 30.5% trimestral anualizado en mayo).
Asimismo, las importaciones continuaron en expansión (31.7% anual). Al interior, las importaciones de bienes intermedios y de capital crecieron 29.7% y 23.7% anual, respectivamente. Con cifras ajustadas por estacionalidad las importaciones crecieron 6.0% mensual. Al interior, las importaciones de bienes de consumo (12.4%) e intermedios (5.5%) crecieron considerablemente; mientras que la importación de bienes de capital se contrajeron 1.0% mensual. Asimismo, la tendencia de las importaciones se mantiene en expansión ubicándose en 57.8% trimestral anualizado (v. 50.6% trimestral anualizado en abril).
Si bien se observa un buen desempeño del sector externo, el endurecimiento de las condiciones crediticias tanto de México como de Estados Unidos así como el reciente dato de crecimiento de la economía estadounidense (recesión técnica) son factores que repercutirán negativamente en la producción nacional y, eventualmente, en el desempeño del sector exterior.
El INEGI publicó el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) para el mes de mayo, el cual creció 2.1% en términos anuales. A su interior, las actividades primarias y secundarias avanzaron 3.7 y 3.3% anual, respectivamente. Mientras que las actividades terciarias avanzaron ligeramente un 1.4% anual.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, el índice se contrajo 0.2% mensual. Por una parte, las actividades primarias y secundarias crecieron 2.2 y 0.1% en términos mensuales, mientras que las actividades terciarias terminaron en terreno negativo (-0.3% mensual). El desempeño de las actividades secundarias se debe principalmente al sector manufacturero (+0.2% mensual). En cambio, la caída del sector terciario se debe principalmente a la fuerte contracción del comercio al por menor (-2.2% mensual).
El INEGI publicó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el mes de junio, donde se reportó una tasa de desempleo de 3.3%, es decir, una reducción de 0.7 puntos porcentuales (pp) en términos anuales. Al interior, la tasa de informalidad se encontró en 55.8%, la cual creció 0.2pp. Por otro lado, la población económicamente activa (PEA) creció 0.9pp contra mayo de 2022. Así, los indicadores del mercado laboral lucen estables. No obstante, vemos importantes riesgos del desempleo al alza. Por una parte, debido a una desaceleración económica global, particularmente asociada a la economía estadounidense. Por otra parte, debido a una eventual desaceleración económica doméstica por el endurecimiento de las condiciones crediticias ante los altos niveles de inflación.
El INEGI publicó el Indicador Anticipado del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año, el cual se estima que haya avanzado 1.9% contra el año previo. Al interior, las actividades primarias, secundarias y terciarias crecieron 1.4, 3,3 y 1.0%, respectivamente, en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, se espera que el PIB haya crecido 1.0% trimestralmente. Al interior, tanto las actividades primarias como secundarias crecieron 0.9%, mientras que las terciarias crecieron 1.0% en términos trimestrales.
Así, se observa una estabilidad en la recuperación de la actividad económica. No obstante, factores como los choques de oferta del sector industrial como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, las disrupciones manufactureras en China y la ya observable ralentización de la economía estadounidense, mermarán el dinamismo de la actividad económica mexicana.
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