La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció las finanzas públicas al mes de noviembre, donde el balance público tuvo un déficit de 449.73 mmdp (ene-nov). Los ingresos se elevaron 5.1% anual de la mano de los ingresos petroleros (71.5%) mientras que los ingresos no petroleros cayeron 2.7% en el mismo periodo. Al interior, destaca la contracción del IEPS (-16.5%) e ISR (-0.2%), mientras que el IVA creció 9.5%.
Por su parte, el gasto público ha aumentado 5.3% en el mismo periodo. Al interior, el gasto programable muestra una expansión del 8.5% y el gasto no programable ha crecido 0.8% anual. Dentro del gasto programable destaca el incremento de la asignación de recursos hacia las empresas productivas del estado con una expansión del 16.9% real anual. Al interior, los recursos hacia PEMEX y CFE han crecido 24.4% y 8.9%, respectivamente. Por otro lado, el gasto no programable destaca la caída real anual en el costo financiero de 10.7% (ene-nov). Lo anterior debido al entorno de bajas tasas de interés a lo largo del año, si bien estas han comenzado a elevarse.
Así, los ingresos federales terminarán el año estables debido, principalmente, a los ingresos petroleros en un entorno de recuperación de los precios del crudo. Sin embargo, los ingresos tributarios han decepcionado, sobre todo el ISR, en un año de recuperación económica. Por el lado del gasto, una parte importante del gasto en capital se dirige hacia CFE y PEMEX, desatendiendo la inversión en infraestructura en otros rubros. Para 2022 la sobrestimación de hacienda (4%) en un entorno de debilidad económica creciente podrá presionar las finanzas públicas a lo largo del año. Continuamos esperando un crecimiento de 5.5% en 2021, y de 2.8% en 2022.
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