El INEGI publicó el indicador de la inversión fija bruta para el mes de junio, la cual creció 28.8% anual. Al interior, el sector de la construcción se expandió considerablemente 37.1%, debido al dinamismo de la construcción no residencial la cual creció 37.1% mientras que la residencial se expandió ligeramente 0.5%. Por su parte, la maquinaria y equipo creció 20.5% en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad la inversión fija bruta avanzó 3.1% en términos mensuales. A su interior, la inversión en construcción y en maquinaria y equipo avanzó 4.2 y 2.1% mensual. Dentro del sector de la construcción, la inversión residencial cayó 2.6%, mientras que la no residencial aumentó 8.2%.
Así, la inversión sorprendió positivamente en junio destacando el sólido crecimiento de la inversión en construcción no residencial. Destaca el buen dinamismo de la inversión en maquinaria y equipo que había contrastado con el débil desempeño de la construcción.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el índice de confianza del consumidor, el cual creció 5.8 puntos (pts) anuales en agosto, ubicándose en 46.1 puntos. Lo anterior debido, principalmente, a la recuperación de todos los componentes. La perspectiva económica presente tanto del hogar (4.5 pts) como del país (7.3 pts) avanzaron considerablemente. En adición, la situación económica futura tanto del hogar como del país se expandieron 3.7 y 6.3 pts, respectivamente en términos anuales. Por su parte, la posibilidad de compra de bienes durables avanzó 7.1 pts.
En términos mensuales, el índice avanzó 0.4 pts, donde todos los componentes mostraron variaciones positivas. La perspectiva económica actual del hogar y del país crecieron 0.4 y 1.1 pts, respectivamente. Asimismo, la situación futura tanto del país y del hogar crecieron 0.1 y 0.8 pts, respectivamente. Por su parte, la posibilidad de compra de bienes durables creció 0.2 pts mensuales.
Así, se observa una recuperación de la confianza del consumidor. No obstante, el apretamiento de las condiciones crediticias y la materialización de una ralentización económica global son factores que abonan al deterioro de la confianza de los hogares en el futuro.
El INEGI publicó los precios al consumidor de agosto donde la inflación general se ubicó en 4.6% anual. A su interior, la inflación subyacente creció 6.1% anual. Dentro de esta, la inflación de las mercancías y de los servicios se ubicaron en 6.9 y 5.1%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró una contracción de 0.4% anual, donde la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno y los productos agropecuarios se ubicaron en -2.7 y 3.9% anual, respectivamente.
Así, la inflación presenta una desaceleración en el componente subyacente (6.1 v. 6.6% anual en julio). No obstante, esta desaceleración también se acredita principalmente al componente no subyacente, cuya trayectoria no depende de la política monetaria nacional. Por ende, si bien observamos una desinflación, esta no se atribuye necesariamente a la reciente astringencia crediticia.
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