El INEGI publicó los precios al consumidor de la primera quincena de agosto donde la inflación general se ubicó en 8.62% anual. A su interior, la inflación subyacente creció 7.97% anual. Cabe destacar que la inflación de las mercancías y de los servicios se encontraron en 10.4 y 5.16%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un crecimiento de 10.59% anualizado, explicado por la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno 7.48% y los productos agropecuarios 14.5%. La inflación general ha sido la más alta desde la segunda quincena de diciembre del 2000 (8.16%).
Así, se observa como sigue deteriorándose el poder adquisitivo de los consumidores ante choques de oferta que están elevando los precios de ciertas commodities derivados de los conflictos geopolíticos y el entorpecimiento de las cadenas globales de valor (encareciendo insumos manufactureros). Asimismo, otro elemento que se pudiese sumar a la persistencia de este fenómeno es la contaminación de las expectativas de inflación. De acuerdo con Banxico, para el mes de julio, los especialistas en el sector privado esperan que la inflación cierre en 7.8% (v. 7.5% en junio). Ante este escenario, Banxico debería actuar de manera contundente en la siguiente reunión de política monetaria y subir la tasa en al menos 75 puntos base.
El INEGI publicó el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año, el cual se estima que haya avanzado 1.9% contra el año previo. Al interior, las actividades primarias, secundarias y terciarias se estima hayan crecido 1.4, 3,3 y 0.9%, respectivamente, en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, se espera que el PIB haya crecido 0.9% trimestralmente. Asimismo, se estima que el sector primario, secundario y terciario hayan crecido 0.9% en términos trimestrales.
Así, si bien la economía continúa creciendo lo hace a un ritmo más moderado. Factores como los choques de oferta del sector industrial como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, las disrupciones manufactureras en China y la ya observable ralentización de la economía estadounidense, mermarán el dinamismo de la actividad económica mexicana. Esperamos que la economía mexicana se expanda 1.5% este año.
El Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno, donde se decidió aumentar la tasa de interés objetivo en 75 puntos base, ubicándose en 8.5%. La decisión fue unánime. Lo anterior, debido a que la junta considera que las presiones inflacionarias continúan acumulándose, aunado al constante deterioro de las expectativas de inflación.
Asimismo, se menciona que la actividad económica global se ha debilitado. Esto principalmente impulsado por la desaceleración de la economía de China, las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y el apretamiento de las condiciones financieras. De igual manera, la Junta de Gobierno detalló su preocupación por la inflación global que ha alcanzado niveles históricos.
Respecto a México, detallaron su preocupación sobre las presiones inflacionarias, así como aquellos factores que impulsan tanto su trayectoria como sus expectativas. Aunado a lo anterior, se percibe una Junta de Gobierno preocupada (hawkish) debido a las crecientes presiones inflacionarias. Creemos que Banco de México continuará elevando su tasa de interés en línea a la evolución de los precios y las acciones de su contraparte estadounidense.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la balanza comercial del mes de julio donde se reportó un déficit de 5.96 mil millones de dólares (mdd). Así, el saldo de la balanza acumulado a 12 meses muestra un déficit de 27.2 mmdd.
Las exportaciones crecieron 13.6% anual. A su interior, las exportaciones manufactureras y automotrices se expandieron 11.8 y 12.5% en términos anuales, respectivamente. Con cifras ajustadas por estacionalidad, las exportaciones retrocedieron 0.3% mensual. Dentro de sus componentes, las exportaciones manufactureras cayeron 0.9% mensual, comportamiento explicado por las exportaciones automotrices las cuales mostraron una contracción de 4.2%. Así, para el mes de julio, la tendencia de las exportaciones persiste en territorio positivo aunque a un menor ritmo (7.6 v. 23.5% trimestral anualizado en mayo).
Asimismo, las importaciones se expandieron en términos anuales (16.7% anual). Al interior, las importaciones de bienes intermedios y de capital crecieron 13.9% y 13.8% anual, respectivamente. Con cifras ajustadas por estacionalidad las importaciones se contrajeron 3.1% mensual. Al interior, las importaciones de bienes de consumo (-3.3%) e intermedios (-3.4%) decrecieron considerablemente; mientras que la importación de bienes de capital no crecieron (0% mensual). La tendencia de las importaciones se desaceleró ubicándose en 30.8% trimestral anualizado (v. 55.3% trimestral anualizado en junio).
Así, se observa una pérdida de dinamismo del sector externo (exportaciones) por el endurecimiento de las condiciones crediticias tanto de México como de Estados Unidos así como la ostensible materialización de la desaceleración de la economía estadounidense. Asimismo, la caída mensual de las importaciones sugieren un menor dinamismo de la demanda interna.
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