El INEGI publicó los precios al consumidor de diciembre, donde la inflación general creció en 7.36% anual. A su interior, la inflación subyacente se ubicó en 5.94%, donde la inflación de las mercancías y de los servicios se encontraron en 7.4 y 4.3%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un crecimiento de 11.74% anualizado, el cual se explica principalmente, por la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno (8.68%) y los productos agropecuarios (15.78%) en términos anuales.
Así, la inflación persiste en niveles elevados superando el doble del objetivo de Banco de México. El principal culpable de esta mayor inflación es el componente de las mercancías, el cual está siendo afectado por los choques de oferta del sector manufacturero global. Además, los precios de los energéticos y de algunos productos agropecuarios se han elevado de manera sustancial. Sin embargo, una menor liquidez monetaria en la economía ante expectativas de alzas de las tasas de interés provocará una desaceleración en el ritmo de crecimiento en los precios al consumidor.
El INEGI publicó las ventas al menudeo para el mes de noviembre, las cuales crecieron 5.4% anual. Con cifras ajustadas por estacionalidad las ventas al menudeo se incrementaron 0.94% mensual. Al interior destaca la expansión de artículos de cuidado de salud (1.31%), los autoservicios y departamentales (2.47%), enseres domésticos (1.04%) y vehículos de motor (2.45%). En contraste, las actividades con un crecimiento negativo fueron los productos textiles (-0.18%). Así, la tendencia de las ventas minoristas se recuperó con 3.74% trimestral anualizado en noviembre (vs. 0.08% 3m/3m en octubre).
Así, las ventas al menudeo muestran un buen dinamismo debido a la recuperación económica nacional. Asimismo, los descuentos del buen fin elevaron las ventas en el mes de noviembre. No obstante, una elevada inflación lastrará su crecimiento debido a un menor poder adquisitivo, así como, el impacto del incremento de casos por la variante ómicron. Aun así, esperamos que continúe creciendo las variantes al menudeo, si bien, a un ritmo más moderado que lo anticipado.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el indicador global de la actividad económica para el mes de noviembre, el cual creció 5.18% en términos anuales. A su interior, las actividades primarias, secundarias y terciarias avanzaron 6.9, 1.6 y 1.3% anual respectivamente.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, el índice creció 0.35% mensual. Asimismo, las actividades primarias y terciarias aumentaron 7.21 y 0.46% respectivamente, mientras que las secundarias se contrajeron 0.05% mensual. La contracción de las actividades secundarias se debe a al sector de la construcción (-0.63%), aunque la manufactura creció 0.04% mensual. Por parte del sector terciario, el comercio al por mayor y menor crecieron 0.08 y 2% mensual.
Así, la economía retrocedió secuencialmente en noviembre evidenciado por la cuarta caída trimestral anualizada secuencial de 4.05% (vs. -6.35% 3m/3m en octubre). La desaceleración se debió, principalmente, por el sector industrial relacionado con las disrupciones de oferta en las cadenas de suministro globales por la escasez laboral originada por el aumento de casos por Covid-19. El sector manufacturero cayó 2.18% en su comparativo trimestral anualizado. La actividad económica de México seguirá en recuperación, sin embargo a un ritmo más lento de lo esperado. Continuamos esperando un crecimiento de 5.5 y 2% en 2021 y 2022, respectivamente.
El INEGI publicó la balanza comercial del mes de septiembre donde se reportó un superávit de 590 millones de dólares (mdd). Así, el saldo de la balanza acumulado a 12 meses muestra un déficit de 11.49 mmdd. Las exportaciones repuntaron en 10.77% anual. A su interior, las exportaciones manufactureras crecieron 9.18% contrastando con la contracción de las automotrices en 4.6%.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, las exportaciones se contrajeron 0.1% mensual. Dentro de sus componentes, las exportaciones manufactureras crecieron (0.5%), mientras que las automotrices continuaron mostrando debilidad (-8.8%). Así, la tendencia de las exportaciones persiste en territorio positivo por segundo mes consecutivo (26.1% trimestral anualizado en diciembre).
Por otro lado, las importaciones continuaron en expansión (27.71%). Al interior, las importaciones de bienes intermedios y de capital crecieron 27.66 y 21.49% anual, respectivamente.
Con cifras ajustadas por estacionalidad las importaciones crecieron 4.9% mensual. Al interior, las importaciones de bienes de consumo (7.7%) y bienes intermedios (4.9%) avanzaron, mientras que las importaciones de capital se mantuvieron casi sin cambios (-0.01% mensual). Así, la tendencia de las importaciones se mantiene también en expansión (10.2% trimestral anualizado en diciembre).
Así, la balanza comercial muestra el impacto adverso las disrupciones logísticas de la oferta global en México, sobre todo en el sector automotriz. Por otro lado, se mantiene la recuperación de la demanda interna evidenciada por la expansión de la importación de bienes intermedios y de consumo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció las finanzas públicas de 2021, donde el balance público presentó un déficit de 757.8 mmdp (ene-dic). Al interior, los ingresos se elevaron 5.6% anual de la mano de los ingresos petroleros (80.6%) mientras que los ingresos no petroleros disminuyeron 4.0%. Destaca la disminución del IEPS en 18% y crecimiento del ISR (1.9%) en lo que va del año. En contraste, el IVA aumentó 7.7% anual.
Por su parte, el gasto público se ha incrementado 6.4% en el mismo periodo. Al interior, el gasto programable muestra una expansión del 9% donde el gasto en capital creció 39.2% y a su interior la inversión física directa se expandió 7.7% (ene-dic). Por otro lado, el gasto no programable decreció 1.4% anual destacando la caída en el costo financiero de 5.3%.
Así, las finanzas públicas se mantienen estables debido al aumento en los precios del petróleo, compensando la disminución en los ingresos tributarios. Sin embargo, un menor ritmo de crecimiento económico en 2022 a lo esperado podría perjudicar los ingresos públicos.
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