El INEGI publicó los precios al consumidor de julio donde la inflación general se ubicó en 8.15% anual, máximo histórico desde diciembre del 2000. A su interior, la inflación subyacente creció 7.65% anual. Dentro de ésta, la inflación de las mercancías y de los servicios se encontraron en 10.1 y 4.9%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un crecimiento de 9.65% anual, donde la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno y los productos agropecuarios se ubicaron en 16.05 y 4.76% anual, respectivamente.
Así, vemos como sigue deteriorándose el poder adquisitivo, que, si bien se deriva de choques de oferta exógenos, el potencial desanclaje de las expectativas de la inflación podría incidir considerablemente en su persistencia. Por una parte, el incremento de los precios de ciertas commodities, sobre todo las agropecuarias, resultado del conflicto armado entre Ucrania y Rusia, es uno de los factores que explican la aceleración de la inflación. Por otra parte, la persistencia de choques exógenos, como los cuellos de botella en las cadenas de suministro en China, mantendrán una presión alcista en el proceso de formación de precios. Dada la naturaleza de este tipo de fenómenos y la poca incidencia de la política monetaria para mitigar sus efectos, esperamos que la inflación persista en esos niveles y termine el año por encima de 7.5%.
El INEGI publicó el indicador mensual de la actividad industrial (IMAI) para el mes de junio el cual creció 3.8% en su comparación anual. Al interior, todos los sectores reportan expansión en términos anuales, la industria minera, la industria de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, el sector construcción, y la industria manufacturera crecieron 2.3, 3.9, 1.3 y 5.1%, respectivamente.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción industrial aumentó 0.1% mensual. A su interior, la minería y la construcción crecieron 2.1 y 0.3%, respectivamente en términos mensuales. Por otro lado, el sector construcción se expandió 0.3% en términos mensuales; mientras que la industria manufacturera no creció.
Así, la actividad industrial se aceleró marginalmente (2.7% vs. 2.5% 3m/3m anualizado en mayo), en contraste con la expectativa de una desaceleración en la economía de EE. UU., particularmente del sector industrial Si bien esperamos que la actividad industrial continúe creciendo, esperamos que sea a un ritmo moderado debido a la desaceleración de la economía de EE. UU.
El Banco de México (Banxico) publicó la decisión de aumentar la tasa de interés objetivo en 75 puntos base, ubicándose en 8.5%. La junta considera que las presiones inflacionarias han sido mayores anticipadas deteriorándose debido a factores como la persistencia de la inflación subyacente y las presiones inflacionarias derivadas tanto de la pandemia como de productos primarios asociados al conflicto bélico.
Asimismo, se menciona que las condiciones financieras globales registraron un apretamiento adicional por parte de la mayoría de las autoridades monetarias. Asimismo, mencionan el más reciente movimiento de la Reserva Federal.
Aunado a lo anterior, se percibe una Junta de Gobierno sensible a la inflación (hawkish) y dispuesta a actuar conforme al deterioro del poder adquisitivo y los movimientos de las condiciones financieras globales.
Cabe destacar que en el comunicado que anuncia la decisión de política monetaria, la Junta de Gobierno retiró la frase contundente y la suplantó con la valoración de la magnitud de alza de tasas en el futuro. En nuestra opinión, Banxico estará siguiendo muy de cerca las acciones de la Fed y tomará decisiones acorde a lo que haga la Fed.
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