La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció las finanzas públicas al mes de junio, donde el balance público presentó un déficit de 205 mil millones de pesos (mmdp). De enero a junio, los ingresos se elevaron 4.9% anual donde los ingresos petroleros crecieron 29.4%, mientras que los ingresos no petroleros crecieron marginalmente 0.7%. Al interior de los ingresos tributarios, destaca la fuerte contracción del IEPS (-68.5%) por los subsidios a las gasolinas. En contraste, el IVA creció 3.4%, mientras que el ISR se expandió considerablemente (16.1%).
Por su parte, el gasto público se elevó en 2.1% en el mismo periodo. Al interior, el gasto programable muestra una expansión de 0.5% donde el gasto en capital creció 8.3%, impulsado principalmente por la inversión física directa la cual aumentó 13%. Por otro lado, el gasto no programable creció 6.7% anual de la mano del incremento en las participaciones y del costo financiero en 1.9 y 9.7% real anual, respectivamente.
Así, los ingresos públicos mantienen un dinamismo favorable de la mano de los ingresos petroleros debido a los altos precios del crudo, y al buen desempeño de la recaudación tributaria. Por otro lado, el gasto productivo mejoró aunque está focalizado a pocos proyectos en el país. Finalmente, se observa un incremento importante en el costo financiero del gobierno federal debido al alza de tasas de interés.
Banxico publicó los ingresos por remesas en el mes de junio las cuales crecieron 15.6% anual. Las remesas alcanzaron un máximo histórico a 12 meses de 55.5 mmdd (23.45% anual). Si bien se ha conservado el buen dinamismo de las remesas la ralentización de la economía estadounidense pudiese desacelerar el envío de remesas hacia el país perjudicando el consumo interno.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) publicó el indicador del sector manufacturero, el cual se encontró en 51.87 puntos (arriba de 50 puntos indica expansión) en el mes de julio. Lo anterior representó un aumento de 0.5 puntos anuales. Al interior, todos los componentes se ubicaron en zona de expansión: índice manufacturero ajustado por tamaño de empresa (51.23), los nuevos pedidos manufactureros (51.82), la producción manufacturera (50.80), el empleo manufacturero (50.42), la entrega de productos (50.57) e inventarios (59.94).
Asimismo, el índice de servicios se encontró en expansión (51.98 puntos). Dentro del indicador, el índice de servicios ajustado por tamaño de empresa (53.15), nuevos pedidos (54.34), producción no manufacturera (53.81) y empleos no manufactureros (51.68) se ubicaron en expansión. Por otro lado, la entrega de productos no manufactureros se contrajo, es decir, se ubicó en 49.52 puntos.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, el indicador del sector manufacturero creció 2.9 puntos mensuales. Asimismo, el sector servicios creció 0.4 puntos mensuales. Con ello, continúa la recuperación de la actividad económica del país impulsada principalmente por el sector industrial. Sin embargo, una posible ralentización de la economía estadounidense podría mermar la tasa de crecimiento del país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el índice de confianza del consumidor, el cual cayó 3 puntos (pts) anuales en julio, ubicándose en 41.3 puntos. Lo anterior debido, principalmente, a la fuerte contracción de las perspectivas de la situación económica tanto del hogar como del país de -4.9 y -7.6pts anuales, respectivamente. Por su parte, la perspectiva de la situación económica presente tanto del hogar (-0.6ts) como del país (-1.8pts) se contrajeron respecto al año anterior. Asimismo, la perspectiva de compra de bienes duraderos cayó 0.2pts en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, el índice retrocedió 1.7 puntos mensuales. Todos los componentes se contrajeron, resaltando la fuerte caída de la perspectiva económica futura del hogar y del país (-2.1 y -2pts, respectivamente).
Así, se comienza a observar un deterioro de la confianza del consumidor en línea con una inflación elevada. Adicionalmente, el apretamiento de las condiciones crediticias y los primeros indicios de una ralentización económica global mermarán aún más la confianza de los hogares hacia futuro.
El INEGI publicó el indicador de la inversión fija bruta para el mes de mayo, la cual creció 6.2% anual. Al interior, el sector de la construcción se contrajo 1.3%, principalmente por la caída de la construcción residencial (-5.4%). Por su parte la construcción no residencial se expandió 3.5% anual. De igual manera, la maquinaria y equipo creció fuertemente 15.4% en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad la inversión fija bruta se contrajo 1.2% en términos mensuales. A su interior, la inversión en maquinaria y equipo cayó 1%. De igual manera, la inversión en construcción se contrajo 2.7%. Dentro del sector de la construcción, la construcción no residencial creció 0.1% mientras que la residencial se contrajo 3.3%.
Así, se observa una pérdida de dinamismo en la inversión (1.5% 3m/3m v. 12.6% en abril). Lo anterior se explica por el débil desempeño de la construcción, sector muy ligado a la confianza de los inversionistas. En contraste, la inversión en maquinaria y equipo muestra una tendencia positiva debido a la integración industrial entre México y Estados Unidos y beneficios adicionales de procesos de near-shoring. Hacia futuro, vemos riesgos a la baja para el crecimiento de la inversión con relación al reciente endurecimiento de tasas de interés y la desaceleración económica global.
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