El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el índice de confianza del consumidor, el cual cayó 2.6 puntos (pts) anuales en octubre, ubicándose en 41.3 puntos. Lo anterior debido, principalmente, a la fuerte contracción de la situación económica esperada tanto del hogar como del país de -3.3 y -7.0 pts anuales, respectivamente. Asimismo, la situación económica del país presente se contrajo 3.1 pts anuales. En cambio, la situación económica del hogar presente y la perspectiva de compra de bienes duraderos aumentaron 0.1 y 0.5pts en términos anuales, respectivamente.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, el índice se estancó (+0.1 pts mensuales), donde las perspectivas del hogar tanto presente como del futuro registraron variaciones positivas (0.1 y 0.3pts respectivamente). En contraste, la perspectiva de la situación económica del país tanto presente como futura se contrajo (-0.1 y -0.4pts respectivamente). Asimismo, la perspectiva de compra de bienes duraderos se contrajo 0.1 pts mensuales.
Así, se observa un deterioro de la confianza del consumidor en línea con una inflación elevada. Adicionalmente, el apretamiento de las condiciones crediticias y la expectativa de una ralentización económica global son factores que abonan más a la caída de la confianza de los hogares.
El INEGI publicó el indicador de la inversión fija bruta para el mes de agosto, la cual creció 6.5% anual. Al interior, el sector de la construcción se contrajo 5.6%, donde la construcción tanto residencial como no residencial disminuyeron 7.6 y 3.4%, respectivamente. En contraste, la inversión en maquinaria y equipo creció 22.6% en términos anuales.
Con cifras ajustadas por estacionalidad la inversión fija bruta creció 1.9% en términos mensuales. A su interior, el sector de la construcción se expandió 0.3% mensual, donde la construcción residencial creció 1.1%, mientras que la no residencial disminuyó 1.2%. Por su parte, la inversión en maquinaria y equipo creció 2.6% en términos mensuales, impulsando el indicador general.
Así, la inversión fija bruta se expandió de manera sólida en agosto de la mano del sector manufacturero. Dicho sector se está beneficiando del buen dinamismo de la industria estadounidense. En contraste, el sector construcción continúa con debilidad debido a la pobre inversión en obras públicas. Hacia futuro esperamos una moderación en el ritmo de crecimiento de la inversión debido al aumento de tasas de interés y mayor incertidumbre económica.
El INEGI publicó los precios al consumidor de septiembre donde la inflación general se ubicó en 8.4% anual. A su interior, la inflación subyacente creció 8.4% anual. Dentro de ésta, la inflación de las mercancías y de los servicios se ubicaron en 11.1 y 5.3%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un crecimiento de 8.4% anual, donde la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno y los productos agropecuarios se ubicaron en 3.8 y 14.2% anual, respectivamente.
Así, la inflación se desaceleró en el margen debido a un menor incremento de los precios del componente no subyacente. Sin embargo, la inflación subyacente se deterioró sugiriendo que la inflación está lejos de estar bajo control. Si bien esperamos que la inflación comience a disminuir, será a un ritmo lento ante un entorno adverso.
El Banco de México (Banxico) publicó la decisión de la Junta de Gobierno, donde se decidió aumentar la tasa de interés objetivo en 75 puntos base, ubicándose en 10.00%. La junta considera que las presiones inflacionarias han sido mayores anticipadas deteriorándose debido a factores como la persistencia de la inflación subyacente y las presiones inflacionarias derivadas tanto de la pandemia como de productos primarios asociados al conflicto bélico.
Asimismo, se menciona que las condiciones financieras globales registraron un apretamiento adicional por parte de la mayoría de las autoridades monetarias. Además, mencionan el más reciente movimiento de la Reserva Federal y su intención de no ver reducciones en la tasa de interés dentro del mediano plazo.
De igual manera, hacen hincapié en la acentuada incertidumbre en el entorno económico por lo que sus decisiones se basarán al evaluar las condiciones prevalecientes. Aunado a lo anterior, se percibe una Junta de Gobierno sensible a la inflación (hawkish) y a los movimientos de su contraparte estadounidense.
El comunicado pareciera indicar que la Junta seguirá de cerca las acciones de la Reserva Federal sin considerar que las condiciones de la inflación son distintas. Por un lado, la inflación en EUA está consolidando una tendencia clara a la baja mientras que la de México se mantiene en niveles muy elevados. En nuestra opinión Banxico debiese ser más agresivo en su postura de política monetaria que la Reserva Federal ya que las expectativas inflacionarias de mediano plazo continúan deteriorándose.
El INEGI publicó el indicador mensual de la actividad industrial (IMAI) para el mes de septiembre el cual creció 3.9% en su comparación anual. Al interior, el sector manufacturero y de la industria de generación, transmisión y distribución de electricidad reportaron una expansión de 8.4 y 6.5% en términos anuales, respectivamente. En contraste, la industria minera y el sector construcción se contrajeron 2.0 y 3.8%, respectivamente.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción industrial cayó 0.2% a nivel mensual. Con la excepción del sector construcción (0.2%), los sectores de generación, transmisión y distribución de electricidad (-0.6%), minería (-1.2%) y manufactura (-0.3%) presentaron contracciones.
Así, la actividad industrial se desaceleró (1.1% vs. 1.8% 3m/3m anualizado en agosto) en septiembre lo que sorprende ya que el PIB del tercer trimestre del año había superado las expectativas de mercado. Lo anterior sugiere que la economía probablemente comience a desacelerarse hacia finales del año.
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