El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la confianza del consumidor al mes de junio, la cual creció 38.8% en comparación al año anterior. Al interior, la situación presente y futura del hogar aumentó 31.6 y 38.7%, respectivamente. Asimismo, la situación de la economía presente y futura se expandió 28.5 y 40.4%, respectivamente. Destaca también el comparativo anual de la situación de compra, la cual se elevó en 91%.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la confianza del consumidor se ubicó en 3.6% mensual. Al interior, la situación del hogar presente y futura mejoró (2.9 y 2.0%, respectivamente). De igual forma, la situación de la economía presente y futura incrementó en comparación a mayo (3.7 y 3%, respectivamente). Asimismo, la situación de compra aumentó un sólido 7.4% mensual.
Así, la confianza del consumidor mejoró en junio, si bien, las cifras anuales siguen mostrando grandes efectos de rebote estadístico. No obstante, los datos sugieren que continúa la recuperación económica en el país reflejada con un avance importante en el poder de compra de las familias. La confianza del consumidor liga así, 4 meses consecutivos al alza. A futuro, esperamos que continúe mejorando la percepción en la situación del hogar y la economía, tanto presente como futura.
El INEGI publicó el indicador de la inversión fija bruta para el mes de abril, la cual creció 43.1% en su comparativo anual. Al interior, el sector de la construcción aumentó 64.9%, donde la construcción residencial y no residencial aumentaron 38.4 y 17.3%, respectivamente. Asimismo, el sector de maquinaria y equipo creció 49.6% en abril.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la inversión fija bruta se contrajo 0.9% en su comparativo mensual. Al interior, el sector de maquinaria y equipo disminuyó 0.75%. De igual forma, la construcción cayó 1.3% en abril, donde destacó la contracción del sector residencial en 2.4%. La construcción no residencial también disminuyó, si bien, marginalmente (-0.3%).
Así, la inversión fija bruta cayó en abril (-0.9%), después de 3 meses en recuperación. Es importante mencionar que las grandes variaciones anuales se deben, principalmente, por una base de comparación anual sumamente baja y que, en las cifras mensuales, se observan afectaciones de la inversión en el sector de la construcción, sobre todo en el sector residencial. Así, la persistente debilidad de la inversión podría mermar la recuperación del país y dañar las tasas de crecimiento a mediano y largo plazo.
El INEGI publicó el índice nacional de precios al consumidor para el mes de mayo, el cual se ubicó en 5.88% en comparación al año anterior. Al interior, el subcomponente subyacente aumentó en 4.58% (vs 4.36% en mayo), mientras que el no subyacente desaceleró con una variación del 10% (vs 10.76% en mayo).
La inflación subyacente mostró un crecimiento mensual de 0.57%. A su interior tanto bienes como servicios crecieron contra el mes anterior en 0.65 y 0.48%, respectivamente. Por parte del subcomponente no subyacente, presentó un crecimiento de 0.42% contra el mes previo. Al interior, tanto el elemento agropecuario como energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, presentaron incrementos del 0.05 y 0.71%, respectivamente.
Así, la inflación persiste en niveles elevados evidenciados por la inflación subyacente que continúa al alza. Además, la volatilidad de los bienes agropecuarios y energéticos añade incertidumbre a la inflación en el futuro. Pensamos que la inflación terminará el año en 5%.
El Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno, donde se decidió aumentar la tasa de interés objetivo en 25 puntos base, ubicándose en 4.25%. La última minuta indica que la decisión no fue unánime, si no de mayoría simple. Galia Borja y Gerardo Esquivel votaron por mantener la tasa de interés en 4%. Galia argumentó que las presiones inflacionarias están asociadas a problemas de oferta y consumo debido a la pandemia, las cuales se normalizarán eventualmente. Por otro lado, Gerardo Esquivel consideró que la decisión de elevar la tasa de interés fue precipitada, argumentando que las presiones inflacionarias se deben a efectos de la base de comparación.
Si bien, la Junta de Gobierno considera que los choques que han incidido en la inflación son de carácter transitorio, estos pudiesen impactar en las expectativas de inflación de largo plazo. Por ello, decidieron elevar la tasa de interés en 25 puntos base.
En la minuta, se mencionó que la disponibilidad de las vacunas ha acelerado las actividades económicas mundiales y que el alza de los pronósticos se debe, principalmente, a la recuperación de las economías de Estados Unidos y China. No obstante, se prevé que las presiones inflacionarias pudiesen persistir debido a las disrupciones en las cadenas de suministros.
Al interior del país, se menciona que tanto la inversión como el consumo han mejorado, pero que esto aún sigue siendo en niveles inferiores a los niveles pre-pandemia. Asimismo, se destaca la heterogeneidad en los sectores y subsectores productivos del país. Así, se espera un crecimiento del 6% en 2021 y 3% en 2022.
Sin embargo, existen riesgos importantes relacionados a la inflación. Los riesgos al alza incluyen un aumento en la inflación externa, que persista la inflación subyacente en niveles elevados, depreciación de la moneda nacional, reasignaciones del gasto y aumentos en los costos. En contraste, los riesgos a la baja incluyen una mayor brecha negativa del producto, apreciación de la moneda nacional y nuevas medidas de distanciamiento.
Así, se evidenció que la Junta de Gobierno está dividida entre los miembros halcones y palomas. Esperamos que la junta decida incrementar la tasa de interés en agosto en 25 puntos base para reforzar el anclaje de las expectativas inflacionarias a la meta del Banco Central. Esperamos que la tasa de interés termine el año en 4.5%.
Fuente: Inegi
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