El Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la última decisión de política monetaria donde se decidió mantener la tasa de interés objetivo en 4.25%. Dicha decisión representa una pausa para confirmar la trayectoria hacia la meta de inflación. El comunicado destaca que dos miembros (Gerardo Esquivel Hernández y Jonathan Ernest Heath) votaron por disminuir la tasa de interés interbancaria a 4%. Esto, uno subrayó, dado que es importante que las afectaciones en la actividad económica del país no sigan limitando la inversión, pues considera que, de no adoptar una postura altamente acomodaticia, se podrían producir daños estructurales permanentes.
Sin embargo, la mayoría de los miembros decidieron mantener la tasa de interés en 4.25% y señalan que los riesgos de la inflación son inciertos. Entre los riesgos a la baja se encuentran una brecha negativa en el producto mayor al esperado, aunado a mayores medidas de distanciamiento, una disminución en las presiones inflacionarias a nivel mundial y una apreciación de la moneda. En contraste, los riesgos de la inflación al alza son presiones inflacionarias en el componente subyacente, costos elevados para las empresas y depreciaciones adicionales en el peso mexicano.
Creemos que la política monetaria acomodaticia se reanudará en febrero debido a dos factores: Primero, que la inflación terminó el año cerca del centro de la meta de Banxico y segundo, que la nueva integrante de la Junta de Gobierno probablemente tendrá posturas de política monetaria más laxas. Estimamos que Banxico recortará la tasa en 25 puntos base en su siguiente junta para dejarla en 4%.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la inflación para el mes de diciembre, la cual se ubicó en 3.15%, representando su nivel más bajo desde mayo. Por un lado, la inflación subyacente aumentó 3.8% al cierre del año contra 3.6% que registró en noviembre. Al interior, la inflación de bienes regresa al alza (5.52% anual) después de haber mostrado una mejora en noviembre, debido principalmente a los descuentos del “Buen Fin”. En contraste, la inflación de servicios liga 5 meses a la baja al ubicarse en 1.95%, reflejando la persistente debilidad de la demanda interna.
Por otro lado, la inflación no subyacente se mantiene cómodamente debajo de la meta debido, principalmente, a la deflación de los precios energéticos y al efecto “pico de gallo”. Es decir, los precios del tomate, cebolla y chile están desacelerando la inflación del sub componente agropecuario (3.95% vs 7.2% en noviembre).
Hacia adelante, si bien la inflación se mantiene dentro del rango de tolerancia de Banxico, creemos que existen importantes presiones al alza. Entre ellas se encuentran el incremento autorizado del salario mínimo, presiones adicionales al tipo de cambio por incertidumbres financieras y económicas, y un incremento en los costos energéticos, debido al alza en los precios de petróleo. Estimamos que la inflación terminará el año en 3.5%.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la confianza del consumidor al mes de diciembre, la cual se ubicó en 11.4% por debajo de su nivel del mismo mes de 2019. Al interior, tanto la situación de los hogares actual y futura mostraron decrecimientos de 14% y 1%, respectivamente. Por su parte la situación económica actual y a futuro también muestran efectos negativos de 23.3% y 4%, respectivamente. Finalmente el poder de compra continuó con una tendencia a la baja, consolidando un año de caídas anuales consecutivas.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la confianza del consumidor aumentó 3.1% con respecto a noviembre. Al interior, todos los sub componentes mostraron una mejora, destacando el incremento de la situación de los hogares actuales en 4.2% mensual. Asimismo, destaca la sólida recuperación en el poder de compra en 5.7% mensual.
Hacia adelante, esperamos una recuperación gradual de la confianza del consumidor a la par de la reactivación de la actividad económica. Asimismo, el reciente incremento en el salario mínimo, aunado a una baja inflación, elevará la masa salarial real, lo cual incrementará el poder de compra de un sector de la población. Sin embargo, es importante mencionar que la recuperación de, millones de empleos formales perdidos debido al cierre de cientos de miles de Pymes, se dará de una manera muy lenta.
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