Recientemente la inflación comienza a tener un impacto en los mercados financieros globales. Se percibe a nivel global que la llamada inflación transitoria estará con nosotros por mucho más tiempo de lo esperado. Lo anterior se refleja con los incrementos en las tasas secundarias de los bonos de gobierno, sobre todo de EUA. Asimismo, los mercados financieros comienzan a experimentar episodios de mayor volatilidad con correcciones más seguidas. De hecho, se espera una corrección de mercado fuerte según algunos bancos privados.
La respuesta ante estos choques inflacionarios ha sido divergente entre los países desarrollados y los emergentes. Los primeros continúan con tasas de interés mínimas históricas con el propósito de continuar estimulando a la economía mientras que los países emergentes han comenzado un proceso de alza de tasas de interés. Aún así, la inflación global persiste al alza. Ello se explica, principalmente, por choques de oferta explicado por el incremento en los precios de las mercancías, por falta de insumos en su producción, y por el aumento de los pecios de los energéticos.
Las disrupciones de los procesos manufactureros en países asiáticos están retrasando los procesos productivos manufactureros globales lo que se está reflejando en mayores precios al consumidor. Por otro lado, la expectativa de un invierno más frío de lo esperado en Europa está elevando los pecios del gas y del petróleo en general. Parece, además, que estos dos choques de oferta no cederán pronto por lo que se espera que la inflación persista en niveles elevados por un buen periodo de tiempo.
Estos acontecimientos estarán presionando a que los bancos centrales del mundo, sobre todo de los países desarrollados, piensen en adelantar el incremento de sus tasas de interés. Estas medidas tendrán un efecto adverso sobre los mercados accionarios donde los inversionistas rebalancearán su portafolio de inversiones de acciones a bonos. Hemos comenzado a ver estos efectos en las bolsas globales, siendo septiembre un mes con gran volatilidad.
Así, es probable que el rally alcista de varios años en los mercados financieros esté llegando a su fin. Como inversionista es una buena oportunidad para comprar commodities e índices energéticos. Muchos analistas perciben que el precio del gas y petróleo tienen un upside importante. Además, será sensato adquirir bonos para aprovechar la curva alcista en las tasas de interés que se darán más pronto que tarde.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.