¿Se aproxima una recesión?

Las actividades primarias crecieron 1.9 por ciento, las actividades secundarias se contrajeron 0.9 por ciento y las terciarias se expandieron 0.5 por ciento.

Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el indicador del Indicador General de la Actividad Económica (IGAE) para el mes de abril. La actividad económica creció 0.3 por ciento anual (con cifras ajustadas por estacionalidad). Al interior del indicador las actividades primarias crecieron 1.9 por ciento, las actividades secundarias se contrajeron 0.9 por ciento y las terciarias se expandieron 0.5 por ciento. Lo anterior, si bien reflejan cierta recuperación, claramente reflejan la desaceleración de la economía nacional.

En mi nota anterior expliqué cómo es importante que los fondos de capital privados deben entrar al quite ante la falta de incentivos del gobierno federal para incentivar a las Pymes. Por ejemplo, con la desaparición del INADEM. Creo que ahora más que nunca es de suma importancia que el sector privado redoble esfuerzos ante lo que viene. Explico.

Estamos en una etapa de clara desaceleración económica y la incertidumbre generada por el gobierno federal no ayuda. Por ejemplo, la suspensión de las subastas petroleras, de energía eléctrica y hasta de energía renovable. Aunado a esto, el gasto público presenta retrasos importantes en su ejecución, normal para cualquier gobierno, pero exagerado en esta ocasión. Se ve claramente la falta de capacidad en el recorte en el gasto público.

Aunado a esto, la economía estadounidense comienza a desacelerarse. Más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas se dirigen al vecino país. La falta de ratificación del T-MEC y el posible “regaño” hacia las políticas migratorias del país podrían perjudicar aún más este problema. Recordemos que México accedió ante EUA que se reevaluaría las acciones migratorias tomadas antes de decidir sobre la implementación de nuevos aranceles.

Si a esto le añadimos que Fitch ya le bajó la calificación al país y a Pemex, por el Plan de Negocios de Pemex, es muy probable que las demás calificadoras repliquen y nos bajen la calificación. Así, es muy probable que se conjuguen todos estos factores y que México comience una etapa de desaceleración económica que podría resultar en una recesión.

Por el lado positivo, es muy alentador que las altas de interés están atrayendo capitales del exterior, sin embargo, estos flujos como vienen se pueden ir. De hecho, algunos analistas estiman que en cuanto las calificadoras restantes reduzcan la calificación al país se podrían perder hasta 100 mil millones de pesos.

Antes este entorno, y como economista, no me queda más que sugerir diversificar en mercados extranjeros. El peso se verá beneficiado en el corto plazo, por el inminente recorte de tasas de la Reserva Federal, pero el futuro no es nada alentador. Me preocupa mucho el hecho que el fondo contra-cíclico que se creó hace un par de años se utilice para financiar proyectos no productivos (como la refinería) que no serán rentables.

Entre tanto, tenemos en Monterrey una falta de inversión monumental en infraestructura relacionada con movilidad y la ciudad más contaminada del país.

Publicado originalmente en El Financiero.

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