Megatendencias en educación: Microaprendizaje y eduentretenimiento

Después de décadas de estancamiento, la innovación (y la evolución) ya es una realidad en el sistema educativo. Los nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje han llegado para quedarse. Fue larga la espera, pero gracias a las tecnologías educativas, los educadores podemos entregar a las nuevas generaciones de alumnas y alumnos (hoy bien llamados aprendices o learners) contenidos de formas muy creativas y entretenidas, desarrollar sus competencias y provocar aprendizajes de forma divertida. Se han identificado dos megatendencias en educación que aportan al proceso de enseñanza-aprendizaje: el microaprendizaje y el eduentretenimiento.  Ambos conceptos pueden motivar e inspirar a los learners a profundizar en los también llamados macroaprendizajes. 

Qué es aprender? Adquirir conocimiento, habilidades, actitudes, valores y conductas. ¿Qué es enseñar? Comunicar conocimientos, ideas, experiencias, habilidades o hábitos a una persona que no los tiene. Pero hoy no basta con comunicar. También debemos cerciorarnos que esas habilidades, actitudes y valores que esperan los learners sean desarrolladas.

Desde Sócrates se observan técnicas de enseñanza-aprendizaje con su famoso método socrático con base en estimular la curiosidad. Hoy en día, este se sigue utilizando. A pesar de que las definiciones y esencia de los procesos de enseñana-aprendizaje permanecen intactos, las formas tanto de enseñar como de aprender se han diversificado. He visto y aplicado en mis cuantiosos años como docente muchas técnicas didácticas que son muy útiles y que no usaba Sócrates, tales como el método del caso, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos, simuladores, aula invertida, aprendizaje basado en la experiencia, y la milenaria “conferencia” (lecture). 

A pesar de pertenecer a la vieja guardia de profesores, no se debe ser ajeno a las megatendencias que vivimos hoy en la educación. Solo para reforzar: una megatendencia es un patrón que emerge del macroambiente que influye en la forma en que nos comportamos e inclusive cómo consumimos productos y servicios. ¿Han notado cómo las generaciones más jóvenes consumen videos cortos en plataformas como Tik-Tok, Instagram o YouTube? Cuando impartimos una clase, los alumnos tienen muchos distractores en su teléfono móvil o su computadora. Los profesores competimos contra estos distractores. Muchos les impiden usarlos en la clase con toda razón. Pero, me pregunto, ¿cómo hacer la clase tan interesante que de forma natural estén comprometidos con el material que se discute?

Si observamos estas megatendencias y las interiorizamos podemos usarlas a nuestro favor. ¿Cómo? Si un alumno o alumna le presta atención a un video corto solo por entretenimiento, un profesor o profesora puede diseñar, de la misma forma, material didáctico corto y entretenido. Tomar un concepto que quiero explicar y de forma breve, con mucha inventiva y creatividad, producir contenido de forma divertida. Tal como lo hace un video corto de Tik Tok, Instagram o YouTube. 

Con esta estrategia didáctica se busca un microaprendizaje de forma entretenida (eduentretenimiento). Por ejemplo, imagine que quiero explicar el concepto de innovación a mis alumnas y alumnos. De forma muy económica, sin usar mayores recursos que los disponibles, puedo producir una caricatura muy entretenida que explique el concepto, simplemente usando las herramientas gratuitas que ofrece internet. Se hace con el objetivo de despertar la curiosidad del learner y que se interese, ahora sí, por un macroaprendizaje, esto es, profundizar en la materia.

Recientemente me invitaron a desarrollar un programa que desarrolla competencias de administración. Debía desarrollar 24 materias de liderazgo, emprendimiento, tecnologías y estrategia usando los conceptos de microaprendizaje y eduentretenimiento. ¡Qué reto! Desde motivar a los profesores a ser muy concretos en el diseño de sus contenidos y a la vez entretenidos, pero sin perder la pedagogía que garantice el aprendizaje.

Los profesores se convirtieron en actores y conductores de TV sin perder su enfoque educativo. Tuvieron que desaprender y aprender una forma innovadora de enseñar y garantizar que los learners aprendan y adquieran las competencias que necesitan. Se usaron estudios con camarógrafos, pantallas verdes, luces y micrófonos profesionales. Se diseñaron juegos entretenidos en una plataforma tecnológica para favorecer el aprendizaje. ¡Y todo en línea!, de forma asincrónica, donde el contenido se puede aprender desde un teléfono móvil, tableta o computadora. No me lo hubiera imaginado hace 28 años que inicié estas andanzas en la educación.

El futuro de la educación es fascinante. ¡Ya empezó! Los que sigan únicamente usando gis y pizarrón para dictar clase ya son obsoletos. Es imperativo que la educación siga transformándose para preparar mejor a las personas y, con esto, construir un mejor país. El rol del docente cambiará también a ser un diseñador, un actor, un curador de contenidos, pero sin perder el ejemplo del gran Sócrates.

Fernando A. Moya Dávila es director del Departamento de Emprendimiento e Innovación y líder académico del programa ejecutivo MGMT Business Skills de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Forbes.