Desde 2015, las empresas en el mundo asumieron la responsabilidad y el compromiso de alcanzar la Agenda 2030, la cual contempla Personas, Planeta, Prosperidad, Paz, y Alianzas. Sin embargo, no son muchas las empresas que contemplan con interés el Objetivo 17 “Alianzas para lograr los objetivos” (17 Objetivos del Desarrollo Sostenible).Veamos que significa ponerlo en práctica:
Decía, Ban Ki –Moon – Ex Secretario General de la ONU en el 2015, que: “Para aplicar con éxito la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, debemos pasar rápidamente de los compromisos a la acción. Para ello, necesitamos alianzas sólidas, inclusivas e integradas a todos los niveles”.
Surge la pregunta: ¿Con quién debemos hacer alianzas para contribuir a un mundo mejor? Vivimos un momento muy importante en la historia de la humanidad, donde debemos reconocer que solos quizás lleguemos a donde queramos, y más rápido; pero juntos llegaremos mejor y más lejos.
En este sentido, las empresas no son ajenas a la necesidad de vincularse; al contrario, tenemos ejemplos de cómo, cada vez más, se pone de manifiesto este compromiso. Muchas empresas, nacionales e internacionales, han establecido alianzas para buscar soluciones holísticas y más robustas ante diferentes problemáticas.
Freeman, en 1985, planteó la teoría de los “Stakeholders” o grupos de interés. Las empresas que consideran a sus “Stakeholders”, enriquecen su concepción estratégica y cambian a una visión más orgánica de relación entre y con los involucrados, esto incluye tanto al gobierno como a la comunidad, además de accionistas, colaboradores, clientes y proveedores.
Por otro lado, el gobierno se plantea una nueva posición en la que reconoce que no es el único garante de las soluciones para los problemas de la sociedad. Empresas, ciudadanía y ONG’s tienen hoy un rol significativo, en los lugares en que se encuentran, para buscar dichas soluciones.; estos personajes emergen como actores principales, independientes y con poder de acción. Ellos han dado muestra de lo anterior en el reciente sismo del pasado 19 de septiembre. Son muchas las empresas que se sumaron a brindar ayuda a la ciudadanía; un ejemplo sin precedentes fueron las empresas telefónicas, las cuales abrieron sus señales para posibilitar la comunicación entre los afectados y sus familias.
Es cierto que algunas iniciativas empresariales, en tiempos normales, se vinculan con la comunidad; sin embargo, lo hacen a través de acciones filantrópicas. La relación entre empresas y ONG´s, como asociación explícita, es más reciente y poco común. Las acciones de vinculación directa de la empresa con la comunidad, pueden distraerla de sus objetivos principales; sin embargo, si se establecen alianzas duraderas, basadas en proyectos concretos y relaciones simétricas con la ONG’s, se podría potenciar el valor que las empresas aportan a la sociedad.
Estas alianzas abren una posibilidad para la Agenda 2030 e involucran a actores como: empresas, organizaciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. Para que la agenda de desarrollo sostenible sea eficaz se necesita que dichos organismos trabajen juntos.
Estas alianzas deben construirse sobre la base de principios y valores, con una visión compartida y con objetivos comunes que otorgan prioridad a las personas y al planeta para lograr prosperidad y paz.
Todos estamos juntos en esto. La Agenda 2030, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es universal e insta a todos los países, desarrollados y emergentes, a adoptar medidas para garantizar la participación de todos. Es importante detonar una dinámica de “triple hélice” para el desarrollo, donde intervengan las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno. Cada uno, con su propia “competencia”, puede movilizar recursos –financieros, tecnológicos, de innovación, de modelos de negocio, legales, para detonar incentivos, entre otros. Las alianzas multidimensionales son básicas para impulsar los objetivos de desarrollo sostenible, lograr su eficiencia, atenuar las externalidades negativas y mejorar los impactos positivos, lo cual lograría acelerar el progreso y consecución de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
*Publicado por Consuelo García de la Torre, Profesora en Sostenibiilidad Corporativa Ética Empresarial.
Publicado originalmente El Financiero