Es indudable que la pandemia tuvo efectos catastróficos en nuestra sociedad. Todos perdimos seres queridos, empleos, oportunidades y patrimonio. Pasarán años, si acaso, para que se pueda recuperar lo perdido. Pero en esta terrible situación, pudimos aprender cosas importantes. Me gustaría señalar dos que son opuestas, pero complementarias: primero, el valor de estar en contacto directo; segundo, las nuevas formas en que podemos estar en contacto, aun en la distancia.
Como empresario y profesor, aprendí a valorar el privilegio de estar en contacto directo con mis clientes y alumnos. Es común que dejemos de valorar las cosas sencillas porque las damos por sentadas. Pero ejercer mi profesión, ir todos los días a las plantas a resolver problemas con mis clientes o al aula a compartir experiencias con una clase entusiasta, es un tesoro. Entendí también que es un tesoro poder salir a pasear con tu familia o visitar a tus amigos... Y que absolutamente nada puede sustituir el contacto directo, el poder de un abrazo o de un apretón de manos sincero.
Por otra parte, aprendí nuevas formas de estar en contacto. Tuve la oportunidad (o necesidad) de dar un curso para un cliente con participantes en América, Europa y Asia... Y aprovechando los recursos digitales, incluso hicimos ejercicios de manufactura y ensamble a través de avatars. Hace apenas unos años, no me hubiera imaginado que algo así pudiera funcionar. También tuve videoconferencias con compañeros, amigos y familiares a quienes, por motivos de distancia o de agenda, tenía mucho tiempo de no ver.
Tarde o temprano, esta pandemia va a pasar. Pero lo que no puede pasar, es que no aprovechemos lo aprendido para tomar decisiones diferentes. Por lo menos, tenemos que aprovechar lo aprendido para optimizar el contacto.
Optimizar el contacto será una decisión que ahora tendremos que tomar con frecuencia: ¿Necesitamos tener esta junta presencial o podemos hacerla virtual? ¿Es valioso viajar y asistir a este seminario por el networking o simplemente podemos tomarlo en línea? ¿Qué valor estoy agregando con mi clase que amerite que los alumnos estén aquí y no en su casa, más cerca de su familia? ¿Tenemos que estar todos en la oficina? Si vamos a estar de forma presencial, tenemos que aprovecharlo al máximo. Si no es tan importante el contacto directo, seamos respetuosos del tiempo de los demás y aprovechemos los recursos digitales.
Nuestro tiempo es un recurso no renovable. El contacto directo, requiere invertir más tiempo. Si después de esta pandemia aprendemos a optimizar el contacto, habremos aprendido algo muy valioso, daremos más importancia al valor del contacto directo y podremos aprovechar los medios digitales para tener más tiempo libre y dedicarlo a nuestra familia, amigos y a hacer lo que nos hace felices.
Por último, quiero cerrar compartiendo lo que Diamandis (2021) escribe en un boletín reciente de PHD Ventures: "Estamos a punto de incrementar masivamente la cantidad de genialidad humana" ya que se podrán identificar y conectar a "genios que ya existen, pero que no tienen acceso a las herramientas correctas..." Diamandis señala también que "nada es más importante para las empresas, naciones o individuos que la inteligencia. Es la clave fundamental para resolver problemas, crear riqueza y respaldar el capital humano a través del cual las organizaciones y naciones avanzan"
En esta semana en que sin salir de casa tuve una sesión de trabajo intensa con colegas en California y Ecuador, resolví de forma virtual problemas clave de estrategia junto con mis socias y trabajé con mis alumnos en aplicar el conocimiento a diferentes retos, digo por todos ellos que pude apreciar lo que significa incrementar la genialidad y el impacto que las conexiones a distancia pueden tener en el futuro de nuestra sociedad. Y como el tiempo de traslado al comedor de casa es mínimo, también pude terminar temprano de trabajar, cenar con mi familia y ver series junto con mi esposa, aprovechando el contacto directo, felizmente.
Referencias:
Diamandis, P. (2021) "Human Capital Abundance", PHD Ventures. Boletín distribuido por correo electrónico el 11 de abril, 2021.
Publicado originalmente en Dinero en Imagen.