Al interior de la inflación, la tasa de crecimiento de los precios del componente subyacente consolidó otro mes más (ya son seis) de crecimiento al aumentar de 4.4 a 4.6 por ciento en junio. Es importante recordar que la tasa de inflación objetivo del Banco de México es 3 +/- 1 punto porcentual.
Son varias las razones de una inflación elevada. La primera está relacionada con una base de comparación muy baja del año pasado cuando, por el efecto del confinamiento, se desplomaron los precios por la disminución de la demanda agregada.
Segundo, porque a raíz de la pandemia, hemos observado disrupciones importantes en la producción de algunos bienes, lo cual está encareciendo los precios de bienes finales. En México, por ejemplo, por cada bien final se importan cerca del 78 por ciento de los insumos. Tercero, porque la recuperación económica global está dinamizando la demanda agregada global impactando sobre todo en los precios de los commodities. Las políticas expansivas, tanto fiscales como monetarias, están detrás de este efecto.
Así, el Banco de México, decidió, aunque no de manera unánime, de comenzar el ciclo alcista de la tasa de interés subiendo la tasa de interés de 4 a 4.25 por ciento. Muchos analistas pronostican que habrás más aumentos de tasa de interés, sobre todo considerando que las expectativas inflacionarias se deterioraron. Por lo pronto, esperemos un aumento secuencial de la tasa de interés en agosto.
Si bien Banxico elevó la tasa de interés recientemente, no fue de manera unánime. Dos sub-gobernadores, Gerardo Esquivel y Galia Borja, votaron por mantener la tasa de interés inalterada.
Argumentaron que los episodios inflacionarios son transitorios y se debe esencialmente a un choque de oferta y no de demanda. Algo similar está ocurriendo en los Estados Unidos, donde la inflación se disparó recientemente, y donde las expectativas de subir la tasa de interés en ese país se mantienen latentes para 2022. Muchos miembros de la Reserva Federal concluyen que el efecto estadístico por el desplome de la demanda agregada en 2020 está detrás de este aumento.
En conclusión, creo que Banxico actuó de una manera adecuada, anticipando mayores presiones inflacionarias en el futuro. Deberá seguir con el ciclo de alzas de tasas de interés, y sobre todo, poner mucha atención a la postura de política monetaria de EUA.
En cuanto comience una política monetaria más restrictiva en ese país, repercutirá adversamente en la moneda nacional y por ende en el deterioro de las expectativas inflacionarias. Anticipar esos efectos es muy sensato.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.