Esta semana la Reserva Federal de los Estados Unidos publicó las minutas de la última decisión de política monetaria de ese país. En los mensajes de la minuta se expresa que se continuará con el ciclo de alza de tasas de interés ante una inflación elevada. Sin embargo, se añade que la magnitud del alza de tasas estará sujeto a la información relevante más reciente. Es decir, el tono de acción de la Fed es menos agresivo que antes considerando que después de varios meses, la inflación se desaceleró en julio.
La Fed mencionó que la política monetaria está siendo efectiva y que la inflación retomará una trayectoria descendiente pronto. En los pronósticos de la Fed se estima que hasta mediados del próximo año se podrían observar reducciones en la tasa de interés de mercado. Así, pareciera que la expectativa de una recesión abrupta está quedando atrás a diferencia da las expectativas en Europa donde los problemas del sector energético están elevando la posibilidad de una recesión profunda en esa región.
Por el contrario, Estados Unidos parece que podría terminar el año con un crecimiento mayor al esperado y con una inflación con tendencia a la baja en un año electoral. Asimismo, las buenas noticias de la disminución gradual de la inflación en julio reactivó a los mercados financieros que estaban en modo bearish (a la baja). De igual manera, los mercados de las criptomonedas también comenzaron a recuperarse. Es decir, la aversión al riesgo comenzó a disiparse.
De continuar esta tendencia de una moderación en el ritmo de crecimiento de los precios al consumidor y una política monetaria menos hawkish, podríamos revertir la tendencia a la baja de los mercados financieros. Asimismo, el dólar se depreció ligeramente lo que se traduce como mayor apetito al riesgo por parte de los inversionistas globales.
Para México todo esto son buenas noticias. Si EE. UU. recupera su ritmo de crecimiento económico, éste tendrá un impacto positivo sobre los mercados financieros nacionales y sobre la actividad económica real. Será importante que Banxico continúe subiendo la tasa de interés como lo ha hecho siguiendo muy de cerca a la Fed. Es importante recordar que, a diferencia de EE. UU., la inflación en México continuó creciendo en julio. Así, Banxico no puede doblar las manos y debiese ser contundente en las próximas decisiones de política monetaria.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.