La digitalización es considerada un factor clave para la creación de nuevos negocios que buscan un equilibro entre cuidado del medio ambiente, el bienestar social y el crecimiento económico (Triple P – People, Planet, Profit, por sus siglas en inglés). En la reciente reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza se habló del "mejor momento" para la democratización de la revolución de la tecnología de la información. Esto no solamente por la urgencia de emplear soluciones digitales dentro de los modelos de negocios Triple P, sino también porque las barreras para su despliegue están disminuyendo significativamente.
A pesar del gran potencial que trae la digitalización para las empresas, su alcance y uso todavía es limitado para muchos emprendedores con impacto social y medioambiental en México. En un estudio* que conducimos recientemente en el contexto de emprendimientos sustentables en México, encontramos un mayor uso de soluciones digitales en la parte de comunicación con los clientes y en la parte de coordinación y comunicación interna de la empresa. La aplicación de la digitalización es casi ausente en las actividades de producción y de las ventas.
Esta característica tiene dos razones. De un lado, es una característica propia del desafiante entorno político, social, y económico para un emprendimiento sustentable en México y, de otro lado, se relaciona con la etapa de desarrollo del emprendimiento.
Los proveedores, socios clave para estos emprendimientos, son en muchas ocasiones personas social y económicamente vulnerables que actualmente no tienen ni las condiciones ni la capacidad de emplear soluciones digitales para mejorar sus procesos productivos. Tal como es el caso del emprendimiento Bamboo Boards, quienes se aliaron con una sociedad cooperativa para abastecerse del bambú como insumo principal para la creación de muebles sustentables. La ubicación remota y rural hace difícil una conexión estable a energía e Internet para los socios de la cooperativa. En el caso del emprendimiento Xilinat, la empresa coopera con pequeños agricultores para acceder al olote de maíz con el fin de producir un endulzante. Las actuales condiciones económicas y sociales de estos agricultores impiden la adquisición y uso de herramientas digitales que podrían ayudarles a mejorar su productividad y procesos logísticos.
Desde el punto de vista de los clientes, también existen limitaciones respecto al uso de herramientas y de soluciones digitales. Si el comprador del producto no utiliza o no está familiarizado con el uso de plataformas digitales de compra, el alcance de la digitalización se limita en este aspecto. Tal es el caso del emprendimiento Inloop, quienes distribuyen su biodiesel entre lancheros en la isla de Cozumel, o de la startup Ambient Natural Solutions donde los clientes son agricultores y entidades del gobierno que en este caso no hacen uso de soluciones digitales para sus compras.
En relación con los procesos de producción, abunda el uso de herramientas de productividad como Asana, Trello, ClickUp y Discord. No obstante, la producción en sí de su producto suele ser en muchas ocasiones un proceso artesanal sin mayor empleo de tecnología digital. Es aquí donde la madurez del emprendimiento cobra importancia.
En la fase temprana del desarrollo de un emprendimiento, los bajos volúmenes de producción se pueden justificar sin mayor empleo de tecnología y automatización. No obstante, el obstáculo más importante radica en la falta de recursos financieros disponibles para el emprendedor con el fin de realizar inversión en procesos productivos más eficientes apoyándose en la parte digital.
Sobresale el uso de soluciones digitales en la parte de comunicación con los clientes actuales y clientes potenciales. El emprendimiento sustentable Ecopaños, por ejemplo, utiliza redes sociales como Facebook e Instagram para comunicar el impacto social y ecológico que logran a través de sus actividades. La creación de material visual y audiovisual utilizando aplicaciones como Canva parece ser una actividad clave para estos emprendimientos comunicando a la sociedad su impacto Triple P.
En resumen, la digitalización puede jugar un rol importante dentro de los modelos de negocios de los emprendimientos sustentables en México. Sin embargo, hay factores dentro de la oferta y de la demanda de la cadena de valor de estos emprendimientos que todavía impiden un mayor empleo de soluciones digitales. Además, la inversión de impacto dirigida a objetivos de interés social y medioambiental no alcanza a muchos de estos emprendedores, lo que dificulta realizar inversión en la parte digital de sus procesos de producción. Si bien los programas de apoyo al emprendimiento sustentable promueven el uso de aplicaciones digitales dentro de las actividades productivas, comunicativas, y de ventas, todavía nos falta un largo camino por recorrer para crear condiciones favorables dentro del entorno político, social, y económico de México que permita que estos emprendimientos puedan florecer.
* El autor es Sascha Fürst, profesor investigador de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, quien participó en el estudio en colaboración con Odille Sánchez Domínguez y Miguel Angel Rodríguez Montes del programa de Doctorado en Ciencias Administrativas de la misma institución.