Los mercados financieros continúan en territorio negativo debido a factores que están elevando la aversión al riesgo como la persistente y elevada inflación global, la guerra de Ucrania y Rusia, el confinamiento de la economía china y una posible recesión económica global. La reacción de casi todos los bancos centrales en el mundo ha sido de elevar la tasa de interés de mercado con el fin de desalentar la demanda agregada y disminuir los precios. Aún así, la inflación parece que permanecerá elevada por un periodo de tiempo significativamente largo.
Los choques de oferta en ciertos commodities continúan, sobre todo en alimentos y energéticos, lo que ha llevado al Fondo Monetario Mundial (FMI) a advertir de una crisis alimentaria global que podría generar inestabilidad social en muchos países emergentes. Así, estamos entrando en un mundo de bajo crecimiento económico y alta inflación, es decir, estanflación.
Los problemas económicos y financieros seguirán en el futuro próximo desalentando la valorización de activos considerados de riesgo. Los mercados bursátiles continuarán con una tendencia a la baja y la restricción de liquidez reducirá el apetito de riesgo de activos como las criptomonedas. En contraste, las monedas duras como el euro y el dólar comenzarán a ganar valor ante mayores tasas de interés así como activos de resguardo como el oro y la plata.
Para el sector inmobiliario, que experimentó precios récord sobre todo en EUA, se espera una disminución en los precios de las casas. De hecho en EUA, los datos más recientes de ventas de casas nuevas se ubicó muy por debajo del estimado de los analistas. El encarecimiento del dinero a través de mayores tasas de interés elevarán la cartera vencida y desalentarán la compra de bienes inmuebles (menores créditos hipotecarios).
En este escenario es importante saber qué hacer con tu dinero. Ante una inminente caída de los precios de activos riesgosos y del sector inmobiliario, será prudente esperarse hasta que se modere la inflación y se termine el ciclo monetario restrictivo. Se presentarán oportunidades importantes de compra de activos subvaluados para entonces. Para resguardarse de la inflación es sensato invertir en activos de renta fija como bonos, y activos como el oro que en épocas de incertidumbre tienen un rendimiento elevado. Los bancos centrales no pararán de elevar la tasa de interés hasta que las expectativas inflacionarias estén bien ancladas hacia la meta objetivo.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.