El socialismo de Trump

Muchos estadounidenses piensan que la economía no marcha por un buen camino

El 2024 es un año electoral en los Estados Unidos donde los candidatos a la presidencia probablemente serán Donald J. Trump por el partido republicano y Joe Biden por el partido demócrata. El 2023 ha sido un gran año para la economía de EE. UU., donde los pecios al consumidor han seguido una tendencia a la baja, resultado del alza en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Aunado a ello, la economía ha superado las expectativas de los analistas derivado de un incremento importante en el gasto de gobierno e inversión en infraestructura.

Aun así, muchos estadounidenses piensan que la economía no marcha por un buen camino. Es cierto que la actividad económica se ha desacelerado recientemente pero al mismo tiempo el mercado laboral se mantiene resiliente. Durante el 2023 se han creado empleos, sobre todo relacionados con el sector público y con el sector manufacturero, efecto reshoring. Si comparamos a los países avanzados observamos cómo EE. UU. ha superado a sus pares en crecimiento económico y de su PIB per cápita.

Si bien la economía de EE. UU. ha sido sobresaliente, un cambio de rumbo podría mermar su dinamismo. Las políticas comerciales de Trump se han caracterizado por privilegiar la producción doméstica y mitigar el comercio global, implementado aranceles y cuotas a otros países como fue el caso de China. Es decir, su política comercial es proteccionista. Aunado a ello, es un ferviente creyente en limitar los flujos migratorios hacia EE. UU. Ese país requiere de más mano de obra no menos, evidenciado por las crecientes vacantes laborales a lo largo del país. Mayores restricciones al mercado laboral mitigarían el crecimiento potencial de ese país.

Hay que recordar que el partido republicano originalmente era de tinte liberal. Fomentaba el libre movimiento de bienes y servicios,  del capital físico y humano. Estos tres factores fueron los que elevaron el nivel de prosperidad y de desarrollo económico en EE. UU. Restringirlos, como lo propone Trump, sería detener el nivel de prosperidad que actualmente presume EE. UU.

Pareciera que las políticas de Trump se asemejan más a las de un país socialista que prefiere producir todo en casa, ser autosuficiente y mermar el comercio internacional al aplicar medidas proteccionistas. Recordemos que los países más prósperos y con mayor bienestar son los que promueven lo contrario, el libre comercio, el libre flujo de capital y de personas. El ejemplo más evidente, aparte de EE. UU. hasta ahora, es en Europa donde países que hasta hace apenas 30 años era de ingreso medio bajo ya son países ricos.


El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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