El nuevo Banxico

Será la primera vez en la historia moderna de la autoridad monetaria que una persona ajena a la institución será su gobernadora

El Banco de México tiene la reputación de ser una institución de mucho prestigio en el país. Desde su autonomía en 1993 hasta la fecha se ha caracterizado por salvaguardar a la moneda moderando el crecimiento los precios. Durante la década de los 80s el país enfrentó episodios de hiperinflación que catapultó a muchas familias de clase media a la pobreza. La estrategia del gobierno de Salinas de Gortari fue otorgarle la autonomía al Banco de México para evitar su uso político y moderar la inflación rampante en el país. Además, se generó un consenso o pacto de solidaridad entre los empresarios y trabajadores para evitar alzas de precios y de salarios. Por último, se eliminaron tres ceros a la moneda. A partir de esta etapa el país comenzó a ver un descenso importante en la inflación y se observó una moneda más estable y fuerte. El peso mexicano es la moneda emergente más cotizada en el mercado financiero global.

Hoy en día hablamos de una inflación de un dígito y así ha sido por los menos durante la última década. Una inflación moderada ha elevado el ingreso disponible de las familias en un entorno de crecimiento económico. Si bien los problemas del país persisten (sobre todo en materia de crecimiento y pobreza) y no han variado sustancialmente en las últimas tres décadas, se deben a problemas estructurales y no a distorsiones en el nivel de precios. La falta de crecimiento en el país es por falta de inversión productiva, es decir, en capital humano calificado, en capital físico y tecnología.

Sin embargo, creo que podemos comenzar a ver un nuevo Banxico en el futuro. Será la primera vez en la historia moderna de la autoridad monetaria que una persona ajena a la institución será su gobernadora. Me refiero a Victoria Rodríguez Ceja que, si bien tiene una trayectoria profesional importante, no tiene las calificaciones en materia de política monetaria y financiera que requiere la institución. Este nombramiento será el tercero del presidente lo que le da una mayoría absoluta en la junta de gobierno de la institución.

Así, creo que el Banxico pudiese comenzar a alinearse a la postura política del gobierno federal. Las decisiones de política monetaria de Gerardo Esquivel así lo demuestran. En un entorno de una elevada y creciente inflación ha votado persistentemente en contra de subir la tasa de interés de mercado. La idea de apagar un incendio con gasolina nunca ha sido una buena idea. Esperemos la postura de la nueva junta de gobierno el próximo año recordando que es muy difícil y toma muchos años moderar los precios al consumidor y estabilizar la moneda de un país, pero es muy fácil hacer lo contrario. Esperemos que el Banxico mantenga su postura de priorizar controlar a la inflación.

El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.

Publicado originalmente en El Financiero.

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