De Nearshoring a Smartshoring

Estados y sectores en México con mayor potencial

Tanto el nearshoring como el smartshoring se refieren a estrategias de tercerización de procesos o servicios de una empresa, pero tienen motivaciones e implicaciones diferentes.

Por un lado, el nearshoring consiste en trasladar las operaciones o procesos de una empresa a países cercanos (normalmente dentro de la misma región o zona horaria).

El objetivo es aprovechar la proximidad geográfica, la similitud cultural y una comunicación más fácil, en comparación con el offshoring, que implica la tercerización de las operaciones en países lejanos, fundamentalmente por los bajos costos en mano de obra. Por otro lado, el smartshoring se centra en la elección estratégica de las mejores ubicaciones para las diferentes partes de la operación de una empresa, de modo que las decisiones se toman, de manera holística, para minimizar los costos y los riesgos (geopolíticos, operativos, logísticos, entre otros), principalmente, y para maximizar la disponibilidad de talento, el acceso a la tecnología y la eficiencia operativa, entre otros factores.

Entonces, podemos decir que el smartshoring es una decisión estratégica que combina actividades de offshoring, nearshoring y onshoring para optimizar la operación de una empresa lo que significa, por ejemplo, que una organización puede llevar a cabo en su país de origen las actividades más sensibles (onshoring), trasladar el desarrollo de software a un país cercano (nearshoring) y los servicios de atención al cliente a un país lejano (offshoring).

Después de este contexto, merece la pena reflexionar sobre qué estados y qué sectores en México tienen potencial para ser atractivos, no sólo para actividades de nearshoring sino también de smartshoring.

De acuerdo con PWC-México, Nuevo León es un hub muy importante para la manufactura avanzada en México, particularmente en las industrias automotriz, de enseres domésticos y electrónica. Nuevo León, especialmente su zona metropolitana, destaca por su infraestructura industrial y logística avanzada, su proximidad a la frontera con Estados Unidos, y una base de talento especializado en ingeniería y tecnología, así como en diferentes disciplinas de los negocios, al contar con universidades de prestigio internacional, como el Tecnológico de Monterrey.

Es una realidad que empresas automotrices y de manufactura avanzada están expandiendo sus operaciones a este estado, incentivadas por la oferta de talento y programas de formación, tanto de nivel técnico como universitario, además de contar con clústeres industriales en donde se propicia la colaboración entre instituciones educativas, empresas y entidades de gobierno.

Por otro lado, de acuerdo con Colliers-México, Jalisco es un estado sumamente atractivo para actividades de smartshoring. Conocido como el “Silicon Valley” Mexicano, Jalisco se distingue por su ecosistema de investigación, desarrollo e innovación en los sectores de electrónica y de tecnologías de información, lo cual se ve favorecido por el hecho de contar con instituciones educativas de gran prestigio.

La Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco ha promovido activamente el crecimiento del sector tecnológico, con un incremento anual en inversión de, aproximadamente, 20% en investigación, desarrollo e innovación.

De acuerdo con KPMG-México, el estado de Chihuahua ha aumentado su capacidad de producción de componentes aeroespaciales y electrónicos, aprovechando las ventajas de su cercanía al mercado de Estados Unidos y su fuerza laboral especializada. Además de estos sectores, Chihuahua se ha consolidado como un estado líder en el sector automotriz y de autopartes. Su ubicación cercana a la frontera y una infraestructura desarrollada en manufactura de alta precisión hacen que sea atractivo para empresas interesadas en incorporar tecnología avanzada en sus procesos.

Por su parte, Querétaro se ha consolidado como un importante centro de manufactura y diseño en el sector aeroespacial y cuenta con infraestructura para la automatización y la robótica. Además, Querétaro alberga instituciones de educación superior e investigación que colaboran con la industria en desarrollo tecnológico, especialmente en el sector de la biotecnología. De acuerdo con un reporte de BBVA Research, Querétaro se ha beneficiado de la colaboración entre universidades y empresas, lo que le ha permitido atraer inversiones en sectores de alta tecnología como el aeroespacial y el biotecnológico.

De acuerdo con Mexico Industry y Colliers-México, Baja California es líder en la manufactura de dispositivos médicos y electrónicos, con una fuerte presencia de empresas que requieren procesos de alta precisión y cumplimiento regulatorio. Además, su ubicación permite un acceso logístico eficiente al mercado de California, en Estados Unidos, y ha experimentado un crecimiento en la generación de energía a partir de fuentes renovables, especialmente energía solar.

De acuerdo con el Baker Institute, la industria automotriz en San Luis Potosí y Coahuila ha crecido significativamente gracias al T-MEC y a las políticas de incentivos fiscales promovidas a nivel estatal​.

Ambos estados cuentan con una infraestructura industrial sólida y se han beneficiado de la expansión de empresas automotrices y de metalurgia que han establecido líneas de producción y ensamblaje en estas regiones. Además, empiezan a darse inversiones para proyectos de generación de energía eólica, principalmente.

Por lo que se ha descrito, el smartshoring en México encuentra sus principales oportunidades en estados con un desarrollo fuerte en infraestructura, programas de capacitación especializados, y una cultura de innovación y colaboración entre instituciones educativas y empresas.

Los sectores con mayor potencial para atraer inversión por smartshoring son los de manufactura avanzada (donde incluyo al sector automotriz), tecnología, dispositivos médicos, enseres domésticos y energías renovables. Impulsar estos sectores no sólo fortalecerá la competitividad de México, sino que también potenciará su integración a cadenas globales de valor de alta tecnología.

 

El autor es Decano Asociado de Investigación de la Escuela de Negocios y de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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