Crecimiento sólido, pero insuficiente

La desaceleración económica comenzó este año donde el FMI estima una expansión global de 3 por ciento anual comparado con un crecimiento de 3.5 por ciento en 2022

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó las perspectivas económicas globales para 2024 donde resaltan una desaceleración económica global. Si bien este año se observaron tasas de crecimiento importantes, y una expansión económica resiliente en los Estados Unidos, se percibe una moderación en el ritmo de crecimiento en el futuro.

La desaceleración económica comenzó este año donde el FMI estima una expansión global de 3 por ciento anual comparado con un crecimiento de 3.5 por ciento en 2022. Para 2024, estiman una expansión global de 2.9 por ciento, por debajo el promedio histórico (2000-2019) de 3.8 por ciento.

Para México, el FMI pronostica un crecimiento de 3.2 por ciento anual este año y una expansión de 2.1 por ciento en 2024. La razón principal de la moderación en el ritmo de crecimiento son las políticas monetarias restrictivas que están perjudicando a la demanda agregada para mitigar las crecientes presiones inflacionarias. En la gran mayoría de los países los bancos centrales han ajustado sus tasas de interés al alza. Como resultado, la mayoría de las naciones han observado una moderación en el ritmo de crecimiento en la inflación.

El mensaje de las autoridades monetarias es claro, mantendrán una postura monetaria restrictiva por un periodo prolongado de tiempo hasta que la inflación converja a su objetivo central. Esto, al menos para la Reserva Federal en los Estados Unidos, y para el Banco de México, implicarán altas tasas de interés a lo largo de 2024. Para México, el entorno es demandante y problemático.

Para 2024, el gobierno federal anunció que elevaría de manera importante el gasto público lo que duplicaría el déficit fiscal. Casi un 20 por ciento de los ingresos públicos vendrán de un mayor endeudamiento. El problema aparecerá en 2025 donde el gobierno entrante tendrá que balancear las finanzas públicas. No será fácil sin una reforma fiscal que incremente los ingresos federales. Además, el endeudamiento de Pemex y de otras instituciones gubernamentales presionarán más al gasto público.

En el mediano plazo los problemas son estructurales. Sin medidas para elevar la productividad, sobre todo laboral, el país estaría perdiendo una oportunidad que solo se presenta una vez cada generación en un entorno donde el “nearshoring” está impulsando al crecimiento doméstico. La poca inversión en tecnología y una educación deficiente están mermando el crecimiento potencial del país. México ya superó a China como el principal socio comercial de EUA, sin embargo, quedará rezagado con países como Indonesia, Brasil y la India, si no modifica su estrategia de política económica para elevar su productividad.


El autor es profesor de Economía en EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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