“No se puede resolver un problema en el mismo nivel en el que se creó. Tienes que superarlo al siguiente nivel” –Albert Einstein
En 1939, Hewlett Packard fundó sus oficinas en Silicon Valley, donde se fundarían compañías como AMD y Nvidia durante la década de los 60. Posteriormente, en los 70, Silicon Valley vio el nacimiento de Atari, Apple y Oracle, y a finales de los noventas ya era el hogar de empresas como Yahoo, PayPal y Google, convirtiéndose en la capital mundial de la tecnología e innovación. Algunas características que han impulsado el desarrollo de Silicon Valley son la capacidad de innovación y emprendimiento; un genuino espíritu de cooperación y colaboración entre los diferentes participantes del ecosistema de venture capital (VC); autonomía; independencia; motivación y buena compensación a los empleados de las startups; construcción de plataformas y organizaciones que perduren y amplias redes de negocios que han apostado en el desarrollo de este ecosistema.
En los últimos años hemos visto como otras regiones han cobrado mayor relevancia en el ecosistema del VC y la innovación. Tal es el caso de economías emergentes como Indonesia, India, Malasia, Brasil y Colombia, entre otros. Estos ecosistemas han importado innovación de países como Estados Unidos y han tenido la capacidad de generar su propia innovación local. El surgimiento de emprendimientos exitosos es uno de los principales factores en el desarrollo de la innovación, ya que se convierten en casos de éxito visibles para el ecosistema de VC, motivan el desarrollo de nuevas startups y desencadenan inversiones de VC locales e internacionales. Algunos ejemplos de startups que están favoreciendo sus ecosistemas locales son Gojek (Indonesia), NuBank (Brasil), Rappi (Colombia) y en su momento Grin, en América Latina.
Los emprendedores tratan de mejorar la experiencia de levantamiento de capital para nuevos emprendedores convirtiéndose en ángeles inversionistas y en ocasiones creando sus propios fondos de inversión. Tal es el caso de Jonathan Lewy, fundador de Grin, quien tiene su propio fondo de VC llamado Investo; o Mike Johns, ex CEO de MySpace, quien fundó Science Ventures. También hay fondos de VC que están conformados por emprendedores y banqueros de inversión como a16z.
En ocasiones, cuando un emprendedor ha tenido un proyecto exitoso, intenta replicar su éxito al convertirse en un emprendedor serial. Gracias a estos emprendedores seriales cuyos esfuerzos incentivan el continuo desarrollo del ecosistema se abre la puerta a nuevos emprendedores. Un ejemplo es Juan de Antonio, fundador de Cabify (servicio de movilidad), quien también fundó la Fintech Lana o Jack Dorsey que fundó Twitter y posteriormente Square.
El desarrollo del ecosistema se acelera con la creación de nuevos equipos que participaron en otros emprendimientos. Por ejemplo, empleados de PayPal se independizaron para desarrollar startups con base tecnológica exitosas como Linkedin, YouTube, Yelp, Yammer, Tesla y Palantir. A su vez, empleados de estas empresas han salido para crear sus propios emprendimientos. Esto se convierte en un círculo virtuoso, el cual está en sus primeras etapas de desarrollo en mercados emergentes como México. En este país han salido personas de Linio, Clip, Cabify, Amazon y Uber, entre otros, para fundar sus propias empresas.
La convergencia de aceleradoras y eventos en una región geográfica ha incentivado el crecimiento de los ecosistemas de innovación en dichas regiones. Por ejemplo, en lugares como Indonesia se puede encontrar un cúmulo de aceleradoras como Techbator, Batavia o Kolaborasi; Sao Paulo concentra a las principales aceleradoras y eventos de Brasil como Wayra, Google for Startups y The Bakery; Bogotá tiene programas activos de Seedstars, Rockstart, Wayra o Torrenegra, y Ciudad de México con aceleradoras como Masschallenge, Finnovista, 500 Startups, Village Capital o Seedstars.
Los fondos de VC local también contribuyen en el desarrollo de estos ecosistemas. A través de sus inversiones en capital, promueven nuevos negocios que desarrollan innovación y generan competencia en el mercado. El mercado brasileño ha tenido un gran desarrollo apoyado por fondos como Kaszek, Monashees, Valor, Redpoint, Indicator, Astella, Canary, etc. En Indonesia existen jugadores como Alpha JWC, Convergence Ventures, MDI Ventures, Ventura Capital, entre otros. Los fondos internacionales con presencia regional también tienen un impacto positivo, tal es el caso de Sequoia con presencia en India, Israel, Estados Unidos, China, Hong Kong y Singapur; o Lightspeed con presencia en Estados Unidos, Israel, China, India, Europa y el Sudeste Asiático.
Hay otros actores que favorecen el desarrollo de estos ecosistemas, como podrían ser gobiernos, universidades, fundaciones y agencias multilaterales. En Colombia, Bancoldex, a través de inversiones en VC, impulsa el ecosistema junto con ProColombia; en Brasil lo hace Apex; en Chile ProChile impulsa estos proyectos; en Israel se encuentra Israel Innovation Authority y Startup Nation Central.
El desarrollo de ecosistemas de innovación y emprendimiento no surge de la nada. Todos los actores (emprendedores, fondos de VC, aceleradoras, universidades, gobiernos, etc.) son responsables de fomentar un sistema funcional y expansivo. Además, el desarrollo de una cultura y valores ligados a la innovación y el emprendimiento son fundamentales para el desarrollo económico y sustentabilidad de un país.
“¿Qué es el cálculo de la innovación? El cálculo de la innovación es realmente bastante simple: el conocimiento impulsa la innovación, la innovación impulsa la productividad, la productividad impulsa el crecimiento económico“ William Brody, Científico
Publicado originalmente en El CEO.