¿Deben los emprendedores elegir entre ser digitales o sostenibles?

Gracias a su capacidad de transformar las empresas y las industrias, los emprendedores juegan un papel central como agentes de cambio. Su visión disruptiva, su propensión a cuestionar el statu quo, a experimentar y a asumir riesgos, los sitúa como pioneros de las nuevas ideas de negocio. Por ello, los emprendedores pueden ofrecer soluciones innovadoras a los grandes desafíos sociales y medioambientales que enfrentamos.

No obstante, para generar valor sostenible a largo plazo, los emprendedores deben enfocarse en transformar los modelos de negocio. En este sentido, una de las fuentes más importantes de innovación en las empresas son las tecnologías digitales, ya que más allá del valor económico que generan, también promueven la optimización de recursos, la inclusión social y la reducción de la pobreza.

Tanto la sostenibilidad como la digitalización son megatendencias que están cambiando la forma de hacer negocios en la actualidad. Las últimas tecnologías digitales –como la inteligencia artificial, el blockchain, el edge computing o la comunicación cuántica— ya están impactando en los modelos de negocio de todas las industrias. Esto supone un sinfín de oportunidades para innovar en los modelos de negocio existentes, así como para la creación de nuevos modelos.

Sin embargo, combinar digitalización y sostenibilidad en un emprendimiento no es tarea fácil. La investigación ha demostrado que las pymes batallan cuando tratan de integrar ambas estrategias simultáneamente debido a su tamaño y sus limitados recursos. De hecho, los directivos de las pymes a menudo se ven obligados a hacer concesiones entre los aspectos económicos, sociales y medioambientales de la digitalización y la sostenibilidad. 

Aun así, hay margen para compaginar ambas estrategias, ya que la sostenibilidad invita a emprendedores y directivos a administrar de forma más cuidadosa los recursos de la empresa para un crecimiento regenerativo, entre otras ventajas. Recientemente, en la revista Sustainability (nº 15, 2023) publicamos un radar de innovación verde digital que puede ayudar a los emprendedores a implementar ambas tendencias simultáneamente. Este radar consiste en una herramienta de autoevaluación que incluye 12 dimensiones para sopesar oportunidades de negocios apalancándose en cuatro puntos de anclaje: qué, quién, cómo y dónde.

Al usar este radar de 360 grados, los emprendedores pueden mapear sus fortalezas actuales en innovación, recursos y capacidades. La importancia de esta herramienta radica en que puedan tener una visión holística y localizar sistemáticamente oportunidades de innovación, digitalización y sostenibilidad. Es decir, no solamente es útil para innovar en productos o servicios, sino que involucra nuevas formas de crear valor para los clientes, por ejemplo, o en procesos y cuestiones operativas.

Para comprender mejor cómo las tecnologías digitales crean, entregan y capturan valor dentro de los modelos de emprendimiento sostenible, publiqué, junto con mis colegas Odille Sánchez Domínguez y Miguel Ángel Rodríguez Montes, el artículo “The Role of Digital Technology within the Buiness Model of Sustainable Entrepreneurhip” (Sustainability, 2023). Aplicando un enfoque de caso de estudio comparativo, analizamos la adopción y el uso de tecnologías digitales en los modelos de negocio de diez emprendimientos sostenibles de México. Nuestros hallazgos subrayan las limitaciones de la implementación de estas tecnologías en los países del Sur Global.

¿Qué entendemos por emprendimiento sostenible?

La sostenibilidad es un concepto que integra los propósitos económicos, medioambientales y sociales. En los negocios, se traduce en encontrar soluciones o tomar decisiones basadas en la relación existente entre los beneficios, el planeta y las personas (profit-planet-people).

Por su lado, el emprendimiento sostenible se puede definir como el descubrimiento, creación y explotación de oportunidades para crear bienes y servicios futuros que sostengan el entorno natural y provean beneficios para el desarrollo humano. Así, los modelos de negocio sostenibles buscan impactar positivamente en el medioambiente y en las comunidades, abordando problemas como el cambio climático, la eliminación de residuos, la pobreza o el acceso inequitativo a la educación y el empleo, entre otros.

De la digitalización a la transformación digital

La principal razón que tienen los emprendedores para digitalizarse es responder a los cambios de la sociedad. Pero mientras la digitalización tiene que ver con añadir componentes digitales a productos o servicios, la transformación digital va más allá: es un cambio estratégico que se enfoca en desarrollar nuevos modelos de negocios, involucrando todos los niveles de la empresa, así como la forma en que se entrega, crea y captura valor. Por ejemplo, los emprendedores podrían innovar introduciendo plataformas digitales o modelos basados en datos que requieren una capacidad robusta de big data.

Pero el reto de la transformación digital también está en la aplicación de estas tecnologías a modelos de negocio que ya funcionan de forma analógica. Para cambiar a un modelo de negocio digital es necesario implementar infraestructura, herramientas y sistemas –como computación en la nube, analítica de datos, comunidades digitales o redes sociales— que ofrecen comunicación, colaboración y capacidades informáticas para apoyar la innovación. La transformación digital brinda a los emprendedores la oportunidad de optimizar recursos, minimizar los impactos medioambientales, reducir la infraestructura industrial y relacionarse mejor con sus stakeholders o grupos de interés, al tiempo que generan ventaja competitiva con resultados financieros positivos.

Las limitaciones de la digitalización en el Sur Global

De acuerdo con los hallazgos de nuestra investigación, los emprendedores enfrentan dificultades significativas en la implementación de las tecnologías digitales debido a la falta de conocimiento y de recursos financieros disponibles. La falta de recursos impide la adquisición de tecnología, especialmente para la producción y manufactura, como parte del proceso de creación de valor. Esto lleva a que las empresas implementen procesos más manuales o poco tecnológicos.

Esta situación se exacerba en México, donde el acceso a recursos económicos para emprendedores o las inversiones en proyectos de sostenibilidad son menores a otras regiones del mundo. A esto se suma la falta de conocimiento y capacidades para la aplicación de tecnologías digitales, sobre todo herramientas de uso interno que harían más eficiente la comunicación, la colaboración y la gestión de proyectos como parte del proceso de creación de valor.

Contrariamente a lo que sucede en otros ámbitos o geografías, no es la presión de los stakeholders la que detona la adopción de tecnologías digitales para la sostenibilidad. Nuestros hallazgos demuestran que son los propios emprendedores los principales promotores de soluciones de sostenibilidad, canalizando sus esfuerzos hacia los stakeholders y concientizándolos sobre el valor social y medioambiental usando redes sociales y otras plataformas digitales.

No obstante, los emprendedores tienen obstáculos para incluir a algunos grupos de interés. A pesar de que las tecnologías digitales promueven la conectividad, la inclusión social y una mayor integración de los stakeholders –parte esencial de las actividades de creación de valor—, en la práctica las poblaciones marginadas que se pretende integrar en los modelos de negocio a menudo carecen de las capacidades, la infraestructura o los medios económicos para trabajar con tecnologías digitales.

Está claro que los contextos culturales y socioeconómicos difieren de un país a otro, e incluso dentro de un mismo país, por lo que los emprendedores sostenibles y su vinculación con las tecnologías digitales también deben ser contextualizados. Mientras que estas tecnologías pueden contribuir al desarrollo regional, nuestra investigación muestra que existen importantes limitaciones que dificultan su implementación en zonas rurales y remotas de México.

A nivel práctico, las tecnologías digitales están disponibles, sobre todo, como herramientas de productividad para la comunicación interna, la colaboración y la gestión de proyectos, por lo que ofrecen ventajas significativas para la creación de valor. Una de las principales tareas del emprendedor a este respecto es comunicar de forma impactante el producto o servicio que ofrece a un grupo amplio de stakeholders, como clientes potenciales, gobierno, socios clave o la sociedad civil. Estos esfuerzos de comunicación y relaciones públicas se consiguen con las tecnologías digitales, las cuales son más efectivas para la entrega que para la creación de valor, según nuestra investigación.

En cuanto a la creación de valor, el gran desafío es integrar a los socios clave. Cooperar con muchos de estos grupos, que son económica y socialmente vulnerables, se complica por sus limitaciones en el uso e infraestructura tecnológica, así como por su falta de capacidades y recursos económicos para usar y adquirir y estas tecnologías.

En comparación con los países desarrollados, estas limitaciones se acentúan en el Sur Global, por lo que los emprendimientos deben ser conscientes del ecosistema de negocios donde operan antes de poner en marcha las estrategias de digitalización y sostenibilidad. El contexto importa (y mucho) para la adopción y uso satisfactorio de las tecnologías digitales.

El autor es profesor investigador en Emprendimiento e Innovación de EGADE Business School.