Con el regreso a los lugares de trabajo, después de haber estado más de dos años realizando actividades laborales a distancia o desde casa, el trabajo híbrido se ha vuelto una práctica cada vez más común en muchas empresas. Es importante mencionar que son estrategias que van considerando las áreas de recursos humanos como parte de la gestión del talento, en ocasiones no son aplicables para todas las industrias ni para todas las posiciones.
Comentando en otros foros sobre este debatible tema, es conveniente señalar que el trabajo híbrido es una combinación utilizada durante la jornada laboral donde las personas tienen la oportunidad de realizar sus actividades unos días en el lugar de trabajo y otros días en un formato a distancia. Esto es parte de un esquema de flexibilidad laboral que involucra también el horario flexible, los espacios de trabajo y los esquemas de compensaciones basados en los resultados.
En el inicio de una investigación realizada sobre el regreso a los lugares de trabajo en la etapa post-covid, el pasado mes de octubre de 2022, se tuvo la participación de más de 2500 personas, bueno 2559 para ser exactos, donde el 15% cursa una carrera profesional o un posgrado, mientras que el 85% restante trabajan. Se les hicieron tres preguntas: 1.- ¿En este momento, de qué manera realizas tus actividades académicas o laborales?, pudiendo observar que el 13% lo hace desde su casa, el 34% en un formato híbrido y el 53% lo hace de manera presencial; 2.- ¿Si te dieran a elegir, cuál es tu decisión de preferencia?, el 22% prefiere hacer sus actividades desde su casa, el 57% en un formato híbrido y el 21% restante prefiere estar en un ambiente presencial; 3.- ¿Cuál es el modelo ideal de trabajo?, obteniendo que el 11% menciona que lo ideal para realizar sus actividades es el esquema 100% a distancia, el 67% señala un formato híbrido, con una combinación entre el 70% presencial y el 30% en línea o bien algún otro porcentaje que resulte interesante, mientras que el 22% expresa que su esquema ideal sería el 100% en el lugar de trabajo.
Con esto se puede observar que el esquema de trabajo híbrido está presente en la actualidad en el pensamiento de muchas personas y debería de estar considerándose como un factor relevante en la atracción y retención del talento.
Hay empresas que están incluyendo en sus planes para el año 2023 volver al esquema de trabajo 100% presencial y podrían correr el riesgo de que sus indicadores en la rotación de personal se incrementen al perder talento valioso que ha experimentado esta variante del futuro del trabajo mediante la automatización, el uso de tecnología y la adaptación a un entorno de trabajo mucho más dinámico y global.
Se sabe que vivimos en ambientes de cambios constantes y los retos que se estarán presentando en los próximos años estarán basados en el diseño de los nuevos puestos de trabajo que se estarán creando, así como la formación de una variedad de subculturas derivadas de la diversidad en las formas de comunicarse e interpretar las metas y los lineamientos de la empresa para la cual prestan sus servicios, así como la interacción que existe entre las personas por la variedad de formas de realizar su trabajo, ya sea individual o en grupo, presencial, en formato en línea o híbrido.
Lo importante es desarrollar esas nuevas habilidades que son prioritarias actualmente, pues en días pasados platicaba con un directivo de recursos humanos de una empresa, con alcance en México y Latinoamérica, y me comentaba que no faltan manos, lo que falta son personas con otras capacidades para enfrentar los cambios y retos que se presentan en el día a día.
Ahora, muchos de los esquemas estratégicos en la gestión del talento estarán enfocados en favorecer la experiencia vivida y el desarrollo de las personas en los lugares de trabajo para identificar el potencial de los colaboradores y el impacto que puedan tener en los resultados del negocio.
Además, las organizaciones, independientemente del tamaño, deberán ofrecer la oportunidad de innovar, de detonar ideas creativas y hacer sentir a las personas útiles en lo que hacen, reinventando las actividades y descubriendo lo que les gusta hacer de la mejor manera para lograr un desarrollo y un bienestar integral.
Finalmente, para el año 2023 que está por iniciar, es conveniente replantearse muchas cosas y tener muy claro el derrotero. Nos debemos cuestionar hacia donde vamos, qué es lo que hacemos, cómo lo hacemos, porqué lo hacemos y cómo le vamos a hacer para mejorarlo. Esto seguramente detonará en mejores prácticas organizacionales y, sobre todo, en mejores seres humanos. Les deseo que estas fechas sirvan para dar un respiro en estos momentos de cambio y enfrentar con optimismo el año que está por venir y poder superar los retos del futuro del trabajo que se nos presenten.
El autor es Profesor de la Escuela de Negocios y Líder del Grupo de Área Temática en Diseño y Cultura Organizacional del Tecnológico de Monterrey.
Artículo originalmente publicado en El Financiero.