El mercado de segunda mano ha estado creciendo en los últimos años y se estima que alcanzará un volumen de 77 mil millones de dólares en 2025 a nivel global (Statista, 2022). En México, en algunos sectores la compra de segunda mano ya es algo habitual como por ejemplo en la compra-venta de automóviles. Sin embargo, recientemente la moda de segunda mano ha despertado un creciente interés entre diferentes clases socio-económicas; si bien es un fenómeno que existe (independientemente de la clase socio-económica) desde hace muchos años en otros países como por ejemplo Alemania, es relativamente nuevo en México. En México, se conocía la compra de moda de segunda mano principalmente de los mercaditos en donde los consumidores pueden encontrar ropa usada a precios más accesibles.
¿Qué cambió?
Se abrió un nuevo mercado de preloved fashion. La palabra preloved es un eufemismo, una forma más amable de decir que la ropa o los accesorios en este caso han sido usados previamente. También, preloved llama una parte afectiva en el consumidor, son piezas previamente amadas por otro consumidor, y, que su buen cuidado permite extender el ciclo de vida del producto. Una gran parte de la oferta de ropa y accesorios preloved se clasifican como premium o de lujo. El mercado de artículos personales de lujo de segunda mano ha experimentado un crecimiento y representa el 15% de total de la industria de artículos personales de lujo (Statista, 2022).
¿Qué están buscando los consumidores?
Una de las principales razones de la compra de ropa y accesorios preloved es el factor económico, igual cuando se trata de artículos premium o de lujo. Los consumidores tienen acceso a productos de marcas prestigiosas a un precio más bajo. Eso permite que sean más alcanzables y puede fungir como detonante para la compra. Además, la búsqueda de ofertas puede resultar en la satisfacción de encontrar un buen precio.
Sin embargo, este nuevo grupo de consumidores que está interesado en la compra de artículos premium o de lujo de segunda mano no solo se mueven por los precios más económicos. Entre los factores determinantes está la caza de un tesoro de segunda mano. Se trata de un factor hedónico que funciona como motivador de comprar ropa y accesorios premium o de lujo como se ha visto con los artículos vintage. Son artículos coleccionables que no tienen mucha disponibilidad en el mercado y con su adquisición los consumidores pueden experimentar emociones placenteras y de diversión. Además, está comprobado que los consumidores que compran de segunda mano buscan calidad y durabilidad en los productos – características por las que se diferencian en muchas ocasiones los productos premium o de lujo.
Otro factor importante es la sustentabilidad. Los compradores tienden a tener motivaciones criticas como, por ejemplo, la conciencia ambiental y ecológicas o el consumo crítico y ético. La compra de productos preloved permite dar una segunda vida a la ropa y los accesorios usados. Es parte del modelo de producción de la economía circular que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes con el fin de extender el ciclo de vida de los productos. Eso permite reducir el uso de recursos naturales y disminuir a producción de basura. En cuanto al consumo crítico y ético, los consumidores comienzan a cuestionar su propio comportamiento de compra y buscan formas alternativas de consumir la moda. Se puede observar un rechazo consciente de la moda Fast Fashion y la valoración de artículos usados.
Es un hecho que la tendencia de comprar la moda premium o de lujo preloved viene fuerte, no solo en México sino también en otras partes del mundo. Dado que se trata de artículos que requieren cierto poder adquisitivo, se ha visto que está más aceptada por los consumidores mexicanos que pertenecen a generaciones a partir de los Millenials. Los Millenials realizan su compra en su mayoría a través de e-marketplaces especializados o páginas en Facebook o Instagram. Todavía son menos consumidores de otras generaciones como la Gen X que siguen esta tendencia (o por lo menos todavía se animan de comunicarlo abiertamente). Son diversas las razones, un factor muy importante es la cultura. La compra de moda usada ha sido, y en parte sigue siendo, asociada con una falta recursos económicos. Por otra parte, muchos consumidores de la Gen X prefieren la experiencia en tienda sobre la compra en línea. Aunque hay algunos espacios físicos que ofrecen moda premium o de lujo de segunda mano, la gran oferta se encuentra en el ámbito virtual. Queda pendiente si la Gen X se sube a esta tendencia.
La autora es Profesora de Tiempo Completo del Departamento de Mercadotecnia y Análisis de Negocios de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.